

II Congreso Nacional de Lectura
y
Escritura
78
estas gentes . Atentos a su tarea intelectual, los frailes
apuntaron al lenguaje. Se impusieron la necesidad de
aprender las lenguas indfgenas para poder comunicarse
con aquellas gentes cuya interioridad habfa sido
maltratada o desconocida por el invasor. Esta tarea de
catequizaci6n fue acompaiiada con la polftica de
extirpaci6n de idolatrfas orientada a derrumbar la
religiosidad andina y destruir la ideologfa, la
cosmovisi6n andina.
Hasta aquf solamente nos estamos refiriendo a los
idiomas formalmente aceptados. Hay, sin embargo, otra
clase de lengua materna; son aquellas que se usan para
la comunicaci6n cotidiana en el medio local. Son las
lenguas interferidas por otras; la lengua espaiiola
interferida por una o mas lenguas ancestrales, como
ocurre en la provincia de Pataz: el castellano esta
interferido por el quechua y el culle, probablemente
tambien por la lengua de los cholones y j ibitos.
lnversamente, las lenguas ancestrales, como el quechua
o aymara, estan interferidas por el castellano y otras
lenguas.
Jorge Paredes
13
indica: <dos lingi.iistas prefieren afirmar
que en el Peru no existe uno, sino varios castellanos,
que de los tradicionales costeiio, andino y amaz6nico
hemos multiplicando variedades, como consecuencia
de las migraciones, de los cambios generacionales, e
incluso de la aparici6n de grupos socioecon6micos,
etnicos y culturales. El Castellano de Chincha, por poner
un ejemplo, no es igual al piurano ni al que habla un
· joven de clase media limeiia». Los estudiantes menores
de edad se comunican normalmente con esta lengua,