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HUGO NEIRA

9.

A la America espaiiola llega la Iglesia

Cat61ica.

Los descubrimientos geogr6ficos, el

azar de las herencias din6sticas (Carlos V, un

prfncipe fiamenco, heredando las coronas de

Castilla y Aragon, junta a otras treinta coro–

nas). Cuenta mucho tambien el desaffo pro–

testante, las guerras de religion al otro lado

de los Pirineos, lo que vuelve al Nuevo Mundo

tierra de misiones y huerto cerrado. Ahora

bien, la Iglesia en el catolicismo iberoameri–

cano es dos brazos. De un lado, los concilios

(Mexico,

1565;

Lima,

1567)

y cuentan, por ello,

los sfnodos. Son los tiempos del Concilio de

Trento

(1545- 1563)

que fija las modalidades

de accion segun los fines espirituales. En ese

continente profundamente eclesi6stico, dice

el historiador Richard Konetzke, «un cura tiene

m6s poder que todo el brazo real».

6

Pero, por

otro lado, el gobierno espiritual no pudo con–

tentarse solamente con los obispos que, sin

embargo, se multiplican entre

1620

y

1810.

No

era suficiente el poder secular. Se precisaba

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el voluntarismo mesi6nico de las misiones. La es–

pecifidad americana, la cultura propia y sus cos–

tumbres, los matrimonios o enlaces de nativas con

peninsulares, el reclamo de musica en ritos y bailes

cristianos por los nuevos convertidos, en sumo, la

conversion de las masas indias necesitaban de

regulares, es decir, de monjes. Ello explica la pre–

sencia de las 6rdenes mendicantes. En

1570,

ya

est6n en Mexico

150

predicadores franciscanos .

De ellos, senala el historiador Thomas Calvo, unos

128

conocen las lenguas vernaculares. No era f6-

cil la catequesis. En la estampa, un

Confessionario

para las cvras

de

indios ,

impreso en la ciudad de

los Reyes,

1585.

Compuesto y traducido a la len–

gua Quechua y Aymara. Actualmente en nuestros

fondos de biblioteca.

y

no es el unico, abundan

los artes de lengua, catecismos, vocabularios. La

estrategia misional de la cristianizacion ante la po–

blaci6n aborigen pasaba por el implantamiento

territorial , la misi6n, el contacto directo de con–

gregaciones y 6rdenes, y el aprendizaje de len–

guas. Fueron los etn61ogos antes de la etnologfa .

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