SERGE G RUZINSKI
Polibio haya intentado «pen–
sar el mundo» en el contexto
de una mundializacion latina y
mediterranea.
15
Hoy no desaparecio, por el
contrario, esta necesidad de
organizar y enlazar los hechos
para constituir objetos globa–
les susceptibles de dar sentido
a los cambios del mundo. Mas
que nunca, la busqueda de los
nexos parece estar a la orden
del dfa. Sanjay Subrahmanyam,
notable historiador de la India
y del imperio portugues, habla
de una «historia conectada» o
mejor dicho de «historias conec–
tadas», usando el plural para
insistir sobre el caracter plural y
t:r:
.....
~-~\
multiple de las historias y de las
memorias.
El historiador como
electricista
Sumploke, sunopsis, connected
histories
son todos instrumentos
para releer el pasado, restitu–
yendole su complexidad y am–
biguedad perdidas. Tal vez con–
venga aprender o reaprender
a conectar los mundos
coma
lo
hadan tantos cronistas portu–
gueses, castellanos o italianos
del siglo XVI : Antonio Galvao,
Francisco Lopez de Gomo–
ra, Giovanni Battista Ramusio,
Tommaso Campanella, el Inca
•
Garcilaso de la Vega, los indios
Chimalpahin, Guaman Poma
de Ayala y muchos otros.
16
«Pensar el mundon implica
pensar la relacion de lo local
con lo global. Obviamente,
con la condicion en primer lu–
gar, de que se definan lo local
y lo global en funcion de coda
contexto historico. La articula–
cion local/global constituye una
cuestion esencial, porque permi–
te elaborar un discurso historico
que no caiga en las trampas del
etnocentrismo o del «nombrilis–
mo» nacional, sin que se diluya
en las aguas universales de la
World History.
Tiene adem6s la
ventaja de conectar intereses
$.
/11
.U1.ft"11 .Z'r'.!fl'11/·.
,
Ji1.f..<1;
J.·
t>
!J,_..,
1
.f
1 , 1
n
J1';j11ltttl
.y-1;,,
.v111n1on
./(:nt-.
Cuodrantes, ostrolobios,
en
las cuotro portes
de/ mundo.
188
Joyas de la Biblioteca