

tipo de observaci6n que es a
la vez geografica, etnografica,
teol6gica. Seguirfa este listado
forzosamente sumario, con la
obra de Francisco Vitoria, me–
ditaci6n filos6fica, moral, que–
da de pie su
Los indios ten/an
sefiores,
que es una refutaci6n
del derecho de conquisto, por
un doctor, inmenso jurisconsulto,
a quien ya le intereso , por en–
cimo de las etnias y culturas, lo
unidod del genero humono. Ese
humanismo americano todovfo
nos deporara sorpresas cuando
intentemos estudiorlo en con–
junto, no como ahora, los mexi–
canos estudion a Fray Juan de
Zumarraga, o a Vosco de Qui–
roga, o los peruanos a Jeronimo
de Loaisa, que en Salamanca
propuso que los conquistadores
devolviesen todo lo que habfan
tornado. Unos y otros, humanis–
tos, hijos espirituoles en America
de Erasmo, de Tomas Moro.
Una segundo presencia, lue–
go del trosplonte escolastico, la
obro de Juan Perez de Mena–
cho (
1565 - 1626) .
Y Leonardo
de Penofiel, SJ , que dicta closes
en Cusco y llega a ser Provincial
del Peru, cuyo comentarios a
Arist6teles en el Colegio de San
Pablo de Lima se hon quedado
en estado de manuscrito,
1632.
De parecido valor, y trayecto–
ria , tambien jesuita, a quien lo
Iglesia europea lo acogi6 de tal
manera que no regres6 . Diego
de Avendano, su
Thesaurus indi–
cus
(1668) ,
se hallo en nuestros
fondos. Hay otras pistos, lo co–
rriente tomista que se propog6
por America, Nicolas de Olea
(muerto en
1705)
profesor en
Lima , autor de una
Summa tri–
partita.
0 los escotistas (segui-
Joyas de la Biblioteca
fa
XVI,
EN EL ASOMBRO DEL MUNDO
La obra de Diego de Avendano
(1594-1698)
es mal conocida. El investiga–
dor Angel Munoz Gorda, catedr6tico venezolano, sostiene que
El Thesaurus
lndicus,
es imprescindible para «comprender la filosoffa, la moralidad, el
derecho y la polftica en el Peru colonial». Esta obra no solo se hallo en nues–
tros fondos, sino que a Avendano ya otro gran jesuita peruano, ldelfonso
de Penafiel, famoso por su elocuencia, que enseno Teologfa y Filosoffa
en Quito y en Lima y cuyo curso se adopto en los colegios coloniales del
Peru, el director de esta entidad, los hallo en Europa. Esta instituci6n ha
adquirido un DVD, es decir. la reproducci6n virtual del
Thesaurus lndicus
de Avendano, cuyo ejemplar se hallo en nuestros fondos, pero tambien
el
Curso sabre Arist6teles
de ldelfonso de Penafiel. edici6n esa. que no
tenfamos ni tenemos en papel, pero ahora sf en virtual. 3Por que esa
investigacion en fondos extranjeros y su rescate en virtual? Para evitar a
libreros inescrupulosos que nos proponfan
a
Penafiel por la sumo de
10
mil
dolares. precio en el mercado negro internacional de su obra . Hay dos
Penafiel, ambos doctos.
Las disputaciones
o
discusiones escol6sticas,
pu–
blicada en
1673
es de Leonardo, hermano de ldelfonso de Penafiel quien
nace en
1594
y Leonardo en
1597,
en consecuencia menor, y ambos en
Riobamba, ambos cusquenos. La pesquiza sobre el paradero de la obra
de un segundo Penafiel nos llevo a una biblioteca especializada de Lyon.
y a su rescate, insistimos, en DVD. por compra directa de ese documento
virtual. Su
Curso integral
de
filosoffa,
de lldephonsi de Penafiel, «cuzcopo–
litano collegio)) hoy a nuestra disposici6n:
Cvrcvs integri Philosophici.
Yasf,
lo que podfa costar l 0 mil dolares, que no los tenemos. paso a costar, los
dos jesuitas incluidos, la m6dica sumo de
600
euros. y un material que se
hallo en la disposici6n de nuestros inves–
tigadores, f6cil de transformar en impre–
so. Es asf como se combate la piraterfa
de libros e incunables, rechazando la
venta ilfcita y reproduciendo, si se sabe
historia (Lyon era el bastion de la teo-
'{,//.
,,
wf...,J#
/.«.d
m--A,Y
,,k..:.t.,-,.U~
R.
p.
D~
rD
AC I
11•1..•11
DE AVE DANO
SOCIETATIS IESV,
S
E G 0 V I EN S I
S,
i.
PERVVIO u,.J'h'k.,pobbde<,.ruoan1S.n...lcpcP...£d5Qn•
logia catolica ante la zona protestante
ec.S<=i..;.w.-.s-.Tn0•...i..Ji.a.cior..u.
de Francia) se va a las fu.entes, y nose
TH SAVRVS INDICVS.
apoya a los mercaderes de libros, que
como en toda actividad comercial,los
hay honestos y otros que trafican con
libros robados, saqueando bienes publi–
cos, en Per6, Mexico o Espana, como es
sabido. Yno para gloria de los estudios
sino vanidad de coleccionistas privados
que los guardan, pues no pueden exhi–
birlos. porque no se muestra un delito.
Sobre Avendano trabaja el mencionado
Angel Munoz; se conoce el fndice del
Thesaurus lndicus
hecho por Armando
SE.V GE E.RALIS JNSTRVCTOR,
Pro
rcgim1nc
confacnoz, Jn us
CjllZ
~
1>101•1
fpc&int.
TOMVS
SF.CVDVS
A
~
T V E R P I
.£,
Nieto Velez, S.J. y los trabajos de Marfa Luisa Rivara de Tuesta, el espanol
Francisco Guil y los de Manuel Burga sobre el probabilismo. Y tenemos
entendido se preparan trabajos en San Marcos de Lima sobre ldelfonso
Penafiel. de Milke Pretell Gorda (hn).
163