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TERCERO
En nuestros fondos, esta dama mostrando sus vlsceras. Y ese esq ue/eto pensante.
luntad de observar los hechos
reales fisiol6gicos y anat6mi–
cos, como esa mujer desvice–
rada de la lamina superior, y
el descarnado realismo de la
descripci6n no se va por las
ramas : «esta figura representa
una mujer prenada , que tiene
abierta la barriga en cruz y se
le ve el sitio del est6mago, de
las tripos y dela madre, y la fi –
gura dellas en las prenadas».
2C6mo seguir sosteniendo la
tesis de una pudibundez co–
lonial? Cierto, este tratado de
anatomfa no era un producto
local, end6geno, pero circula–
ba . Pero, la exposici6n del es–
queleto humano no podfa ser
escueta , directa, sobria , como
lo serfa en un libro de nuestros
dfas;
y
el esqueleto humano de
la lamina del lado, llanamente
160
medita delante de una cala–
vera. La muerte medita sabre
la muerte. Estamos, de pleno,
en la era del barroco . La repre–
sentaci6n del cuerpo humano
intenta ser veraz pero el esque–
leto tiene algo de teatral. En
cuanto a la clasificaci6n de las
partes del cuerpo humano, tra–
tados con giros de epoca, es
una delicia para lingUistas yes–
tudiosos de la evoluci6n de la
lengua: «la garganta del pie»,
«el hueso del pendejo».
lnteresaban los conocimien–
tos practicos, cuarto campo
de interes . Es natural, habfa
una ostentosa minerfa , e inte–
resaban sin duda los metodos
de la amalgama. Habfa una
actividad comercial, y esta ,
como la construcci6n naval
y
otras actividades productivas,
deben haber provocado entre
los gremios y propietarios, una
demanda de libros y lectura,
sin duda restringida pero real.
2Que otra raz6n para que per–
manecieran en nuestros fondos
heredados del pasado colonial,
libros como los que a continua–
ci6n presentamos? Por ejemplo,
El libro de plata redvzida
hecha
por el contador Francisco luan
Garreguilla, pero impreso en
Lima , por Francisco del Canto,
en
1607.
Justamente en el mo–
menta del auge minero. 0 el
libro de Alonso Barba ,
El arte
de los meta/es
que menciona–
mos lfneas arriba . Es significativo
la presencia de una obra de
loan de Hevia Volano, natural
de Oviedo, Asturias,
Labyrintho
de Comercio Terreste y Naval,
que se presenta coma ccun com–
pendia de contrataciones para
mercaderes, negociantes, na–
vegantes, consulados, y minis–
tros y profesores de derecho».
lmpresa en Lima, por Francisco
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Joyas de la Biblioteca