

LA CO S'-fOCRAPRIA
DE P :DRO
APIANO.
corrcgida
y
anad1da
por
Gemma
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EL XVI ,
EN EL ASOMBRO DEL MUNDO
De la esfera de Apiano al viajero ya los indios brasileiios, el asombro de Indios. En el centro un argonauta jesuita.
portada, «el sitio y descripci6n
de las Indios y Mundo Nuevon.
La cartograffa de la epoca, la
que se hallo en nuestros dep6-
sitos, es abundante, variada, a
veces describe continentes, y
siempre el Peru como decisivo
ante el Mar del Zur, ya veces
es geograffa que expresa las
preocupaciones marftimas de
una epoca en que se busca–
ba la
«Australis incognito»,
el
supuesto sexto continente que
por su peso, deberfa equilibrar
a los otros cinco. En otros ca–
sos es geograffa fant6stica : un
gale6n, un caballero, la virgen
en los cielos y un gigantesco e
improbable cocodrilo, que no
es saurio de mar precisamente.
A la preocupaci6n naturalista,
antes que Humboldt, se debe
que tengamos esta edici6n de
la
Historio notvrolis brosi/ioe,
de
Mavritii, editada en Amsterdam,
1599.
La estampa es magnffica:
Joyas de la Bibliotec a
plantas, animales, indios brasi–
lenos. De alguna manera, esos
libros, acaso lefdos, resultan una
suerte de apropiaci6n de la rea–
lidad americana, a lo vez que
la recepci6n de la curiosidad
humanista de los europeos. Me
pregunto si esa imagen del in–
dio - del otro-
no precede a
la que con los viajeros ilustrados
y los del siglo
XIX,
apenas se co–
menz6 a formar tardfamente.
lm6genes esplendidas de
galeones, de puertos y radas.
iPor que habrfamos de sorpren–
dernos de esta revelaci6n del
nexo marftimo, en un pafs que
desde su puerto principal, El Ca–
llao, participaba en la Carrera
de Indios? El vfnculo era directo,
como se sabe, entre los merca–
dores de Sevilla y el consulado
de Lima, fundado en
1613.
Un
potente sistema marftimo y
mercantil, amenazado por los
corsarios, estuvo en vigencia,
y el Peru, parte de las Indios
espanolas, no dej6 de recibir
mercancfas -y cartas, libros–
Y enviarlas. Se vivfa al ritmo de
los convoyes. La ftota del sur lle–
gaba al istmo, a lomo de mula
se trasladaban productos, y se
volvfa a partir con los tesoros
del Peru. Lo mismo pasaba en
Veracruz, Portobelo, Acapulco,
La Habana. America no podfa
dejar de usar lo que no podfa o
no le dejaban fabricar, explica
el profesor Barthe,
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es decir, los
vinos de Espana, el aceite de
oliva, los frutos secos andaluces,
la cera blanca de Alemania y
el papel de Francia, el hierro
del pafs vasco, como las herra–
duras, los clavos, los cuchillos, y
entre los panos de Rouen y las
s6banas francesas , pasaban
cajas de libros. Por supuesto, el
comercio de Indios exportaba
azucar, cacao, tabaco, Indigo y
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