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H UGO N EIRA

cos, las gabinetes de ciencia na–

tural, las experimentos de adap–

tacion botanica y agronomica,

y las practicas medicinales, y las

formas de sociabilidad. Toda al

interior de una realidad polftica,

religiosa, economica, social. Ese

mundo fue un todo, subordinado

al exterior ya la vez, distinto. Hay

un momenta en que la America

hispanica, en su formacion his–

torica, comienza a ser diferente,

acaso despues del derrumbe

demografico producido par las

epidemias que trajeron las euro–

peos consigo, cuando aparecen

las castas, pese a los decretos de

segregacion. eDesde el cuadro

de mestizaje y castas existentes,

que Humboldt en su ensayo de

1822, considera dominante, par

encima de la poblacion blanca,

india o negra? Sin duda, antes.

eCuando despunta la concien-

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RELACION ffiSTORlCA

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A LA AMERICA MERIDIONAL

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SEGUNDA l'ARTB, TOMO

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Jorge Juan

y

don Antonio de Ulloa,

ma–

rinas, sobios, obra de 1748. No confundir

con «Las noticias secrefas», el memorial

que elevan al Rey sobre el

mo/

estado de

las Indios, publicado en Landres en 1825.

148

cia criolla? eEn que momenta se

pasa, ante el peninsular, de la di–

ferenciacion al enfrentamiento

eHay una fecha precisa,

1749,

las

Noticias secretas

de

Ameri–

ca, de Jorge Juan y Antonio de

Ulloa. Pero hasta entonces, el

Orbe lberico permanecio. Y su

sustento principal, no eran tanto

las armas,

coma

se demostrara

en seguida.

La construcci6n del

Estado en Indios

Nada preparaba a la doble co–

rona de Castilla y Aragon a ese

golpe de azar que fue el descu–

brimiento de esas nuevas islas

y territorios desconocidos. No

eran pueblos de navegantes

las castellanos. Y Colon recluto

gente diversa. Tambien resulta

significativo que durante mucho

tiempo en Espana se hablara de

«Indios y tierra firme de la mar

Oceana», e incluso, cuando lle–

ga el nuevo Soberano, Carlos V,

este es llamado «Rex

Hispania–

rum, rex indiarum».

El uso para

nuestro continente de America,

o America del sur es del siglo

XVIII. Y lo de America latina lo

inventan las franceses en el siglo

XIX. Dos tiempos, pues, los Reyes

Catolicos. Y luego el Estado de

Indios bajo las Austria.

Los Reyes Catolicos dejaron

de lado la idea de un pobla–

miento par factorfas , que un

tanto era la idea de Colon, e

inspirandose en la tradici6n cas–

tellana, reproducen en Indios las

franquicias municipales propias

a Castilla, permitiendo la pose–

sion de tierras

y

ganados, o la

explotacion de minas (siempre

y cuando se pagaran las quin–

tos reales) y transformaron esa

rala poblacion de migrantes en

colonos que se las arreglaban

par su cuenta. Cortes fue en su

vida de vecino de Cuba, antes

de improvisarse conquistador,

un criador de ganado. 2Que

de explorar y conquistar las

tierras continentales llamadas

Tierra Firme? El mecanismo que

montan es doble, y astuto. Los

gastos de expansion territorial

era cosa de las colonos india–

nos pero a su vez la Corona re–

forzaba el control administrative

sabre las Indios. Las instituciones

indianas vinieron de a pocos, al

comienzo se contentaron con

gobernadores, es la etapa an–

tillana . Luego, en

1503,

se crea

la Casa de Contratacion en

Sevilla, para supervisor el con–

junto del comercio de Indios.

Las Audiencias comienzan a

aparecer desde

1511 ,

en San–

to Domingo . Compuesta de

tres oficiales

r~ales ,

su primera

mision fue imponer impuestos

y monopolios. Luego, formada

por oidores, sera un cuerpo co–

legiado ocupado de asuntos

de justicia. Ypasara tambien a

ocuparse del dinero de las re–

giones o cajas reales. Y aunque

la Corona se guardaba la pre–

rrogativa en materia de justicia,

fue, par una parte, una suerte

de tribunal superior de justicia.

Pero par la otra , con las Aus–

tria, la Audiencia fue una rue–

da esencial en la maquinaria

jurfdico-administrativa del Es–

tado de Indios. Audiencia de

Panama, Santa Fe, Quito, Lima,

Choreas, y Chile, la mas tardfa,

y hacia

1609,

integraban el te–

rritorio de esas Indios espanolas

par completo. Esas audiencias

Joyas de la Biblio tec a