Table of Contents Table of Contents
Previous Page  166 / 192 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 166 / 192 Next Page
Page Background

3

L2 exp,izcaaón de

la

aece¡laon

de

la

vtdc?

pery¡a,rya

Examinemos ahora

la

tesis de E asadre de que la decepción de

la

promesa de

la

vida peruana en la República se debió a

la

deserción de las élites.

El propio autor

vincula su tesis a

la

de

la

rebelión de las masas

de José Ortega

y

Gasset (46)

y

a la de

la

decadencia del Imperio Romano de M.

l.

Rostovtzeff (38).

En su famoso libro

Historia social

y

económica del Imperio Romano

[1926, 1957]

(Madrid: Espasa-Calpe, 1962)

el

notable historiador ruso Rostovtzeff había

sostenido que

la

decadencia

y

ruina del Imperio Romano se debió a nna pluralidad

de causas:

la

faceta política, social

y

económica, de nnlado,

y la

intelectual

y

espiritual,

de otro (II: 478-481). En resumen, afirmaba que se había operado rm proceso de

barbarización:

de absorción gradual de las clases altas por las bajas, acompañado de

nna nivelación gradual de sentido regresivo que se cumplió de diversos modos

(11, 481).

Por su parte en suiguahnente conocido libro

La

Rebelión de lasMasas

[1926-1928]

(en:

Obras Completas.

Madrid: Revista de Occidente, 1966; 4: 113-310; publicado

primero en periódico

y

en libro recién en 1930), probablemente influenciado por

la lectura de Rostovtzeff, Ortega

y

Gasset sostuvo que en el Occidente tmnbién se

estaba produciendo nn proceso de

barbarización,

pero no porque, como en el

Imperio Romano, las clases altas estuvieran siendo absorbidas por las clases

bajas, sino debido a que las masas se negaban a obedecer a las minorias selectas,

cual

es la dialéctica social normal. El siglo XX habría producido al hombre-masa,

que rechazaría aceptar los requisitos que imponen la práctica de la democracia

y

el

ejercicio de la técnica. De allí que la cultura occidental hubiera entrado en nn

proceso de crisis.

Basadre recoge estas ideas de Rostovtzeff

y

de Ortega

y

señala que, en el Incanato

y

en la Colonia existieron nna nobleza de sangre

y

funcionarios que ordenaban la

vida del Incanato

y

del Virreinato, respectivmnente. Que en la República no

surgieron verdaderas

élites

en nn inicio -como sí sucedió en Chile después de

1830.

<<N

o fue esa la situación en el Perú. En nuestros treintas

y

cuarentas [del

siglo

XX,

D.

S.] tuvimos momentos en que pareció haberse llegado a nna extrema

simplificación de la faena de comandar

y

dirigir, por haberse roto el equilibrio

- 162 -