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Pero el historiador ofrece luego nna determinación más estrecha de la promesa

como referida sólo a la fundación de la República -de hecho Basadre parte de la

pregunta de por qué o para qué se fundó la República. En este caso no se podría

traer a colación el Acta de la Independencia, que no se refiere a este problema;

no sabemos qué pensaba Vidaurre sobre la forma de gobierno que el Perú

independiente debía adoptar, San Martín y Monteagudo eran partidarios de la

forma monárquica de gobierno, Lnna Pizarro no atacó la opción monárquica

defendida en la Sociedad Patriótica por José Ignacio Moreno, y sólo Bolívar y

Sánchez Carrión fueron partidarios de la forma republicana de gobierno -

annque el prllnero por esa época de nn modo bastante autoritario. Basadre

tiene en cuenta al hablar de la promesa referida a la República sobre todo a

Sánchez Carrión. En efecto, en su cartas el Solitario de Sayán no sólo que

rebatió los argumentos ofrecidos por Moreno en favor de adoptar la forma

monárquica de gobierno, sino que además hizo nn encendido elogio de los

'

beneficios que traería la República. Como es conocido las «Bases de la

Constitución Políticm, juradas el19 de diciembre de 1822, consagraron el pnnto

de vista de Sánchez Carrión al establecer en su art. 3° que la Nación peruana se

denominaría República Peruana.

2

Los adversarios de la idea de la ;Oromesa ,de la vwu

J<mwhu

en el siglo "XIX

Examinemos ahora los adversarios que según Basadre tuvo la idea de la

promesa de la vida peruana en el siglo XIX -y a principios del siglo XX. Para el

autor lo fueron el

progresismo abstracto,

el

inmediatismo utilitarista,

el

y el

sociologismo positivista.

Estaban en contra de la promesa porque, en todos estos

casos, postergaban su cumplimiento en nombre ya sea de la introducción inmediata

de novedades foráneas como el federalismo, la descentralización y el

parlamentarismo (este habría sido el caso del progresismo abstracto), o de la

utilización de estas propuestas progresistas abstractas para medrar egoístamente

(el inmediatismo utilitarista), o de la fuga de la realidad (el escapismo) o de nn

examen de la realidad en términos de la sociología positivista (el sociologi.smo

positivista).

V sobre todo la primera carta del 1° de marzo de 1822 en:

La

Abeja Republicana. Lima,

N° 4, 15 de agosto de 1822: 29-60. Edición facsimilar de

A.

Tauro: Lima: Copé, 1971.

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