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tmnbién lanzaron sendos planes para transformar el país -esta vez desde la
izquierda-, que igualmente fracasaron. En ninguno de ambos casos podría
sostenerse que no se trataba de auténticas
éliteso
de que
desertaron.
En consecuencia,
mal
podría afirmarse que la frustración de la idea de la promesa haya tenido por
causa la ausencia de
élites
o su
abandono
de la escena política. Esta tesis de E asadre
tampoco parece pues ser correcta.
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Probablemente el lugar más justmnente citado del ensayo sea el final en que
E asadre habla de los tres grandes enemigos de la promesa de la vida peruana: los
Podridos, los Congelados y los Incendiarios. El autor los caracteriza así y concluye
de este modo el texto:
<<Los Podridos han prostituído y prostituyen palabras, conceptos, hechos e
instituciones al servicio exclusivo de sus medros, de sus granjellas, de sus instintos
y sus apasionamientos. Los Congelados se han encerrado dentro de ellos mismos,
no miran sino a quienes son sus iguales y a quienes son sus dependientes
considerando que nadie más existe. Los Incendiarios se han quemado sin iluminar,
se agitan sin construir. Los Podridos han hecho y hacen todo lo posible para que
este país sea nna charca; los Congelados lo ven como nn pármno; y los Incendiarios
quisieran prender explosivos y verter venenos para que surja nna gigantesca fogata.
Toda la clave del futuro está allí: que el Perú se escape del peligro de no ser sino
nna charca, de volverse nn pármno o de convertirse en nna fogata. Que el Perú no
se pierda por la obra o la inacción de los peruanos»
(La
promesa,
51)
Otra manera de decirlo sería la siguiente: en la vida republicana del Perú los
grandes enemigos de la promesa de rma vida nacional más plena han sido los
Corruptos, los Egoístas y los Dinamiteros. Los primeros han querido utilizar
todos los cargos y recursos sea públicos o privados como medios para beneficiarse
sea a sí o a su grupo. Los Egoístas se han encerrado en el disfrute de sus privilegios
ignorando los problemas del país. Y los Dinamiteros han sido los apóstoles de
la destrucción. Es obvio que estos tres grupos a veces han concertado su acción
pudiendo encontrarse grandes trechos de la historia peruana en que los Podridos
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