frustrado en el siglo XX y en lo que iba corrido del XX debido a la obra o a la
inacción de los peruanos. Quedaba sin embargo abierto el futuro para que la
promesa se clllllphera efectivmnente por el actuar de los peruanos en el porvenir.
Pensmnos que la idea de la promesa de la vida peruana le sirvió a E asadre de dos
maneras. Primero, le permitió conservar la fe en el destino histórico del Perú, pese
a los fracasos y frustraciones de que está tejida la vida histórica peruana -así como
tmnbién la de América Latina. Cuando se analiza la vida histórica peruana y
latinomnericana a veces lo acomete a nno la misma impresión que a
J
akob
Burckhardt le producía la historia de la antigua Bizancio: que todas las conjuras,
guerras y revoluciones no han servido para cambiar casi nada. Un planteo como
el de Basadre sobre la promesa de la vida peruana le permitió conservar la esperanza
en el destino peruano. Y segundo, la idea de la promesa de la vida peruana le
permitió concebir a la nación peruana como procediendo del pasado -en que
encontrmnos cuando menos nna «parte» prehispánica, otra colonial ynna tercera
republicana-, con nn presente común
-en
que hay nna síntesis fallida-, pero sobre
todo como nna
tarea
que hay que terminar de realizar en el futuro. Interpretando
nna frase de Renan decía por ello Ortega y Gasset que la nación no consiste tan
sólo en rm presente y en nn pasado, sino sobre todo en nn
prqyecto
para el
porvenir. Esta concepción de la nacionalidad le permitió a Basadre superar la tesis
~
'
del
mestizqje
deRiva Agüero , la de la <<Síntesis viviente» de Víctor Andrés Belannde ,
w
y la suya propia anterior de 1929-31 del «terreno», la «siembra>> y la «cosecha»
El historiador José de la Riva Agüero y Osma había afirmado en sus escritos que el Perú
era el producto de un mestizaje entre las culturas precolombinas y la cultura hispánico–
occidental.
En sus trabajos La síntesis viviente (1950) y Peruanidad (1957) Belaunde había sostenido
que «el Perú es una síntesis viviente; síntesis biológica, que se refleja en el carácter
mestizo de nuestra población; síntesis económic, porque se han integrado la fauna y la
flora aborígenes con las traídas por España, y la estructura agropecuaria primitiva con la
explotación de la minería y el desarrollo industrial; síntesis espiritual, porque los
sentimientos hacia la religión naturalista y paternal se transforman y elevan en el culto de
Cristo y en el esplendor de la liturgia católica. No concebimos oposición entre hispanismo
10
e
indigenismo... Los peruanistas somos hispanistas
e
indigenistas al mismo tiempo».
En sus escritos de 1929-31 Basadre había sostenido que el Incario había sido el terreno de
la historia peruana, la Conquista la siembra y que las épocas posteriores iban a producir
la cosecha. Posteriormente sostuvo que toda etapa histórica es un terreno y que en él hay
aluviones, riegos, sequías, siembras y cosechas.
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