condición, que la tuvo tal, pues forzó a su suegro
que le matase de puro miedo.
Diego González se libró por la corona, y yo le
conocí años después; y un hijo suyo, criollo, llamado
Diego de Vargas, fué mi condiscípulo de escuela de
leer y escrebir, y después en la latinidad que nos
enseñaron. Y este hecho pasó una casa en medio
de la de mi padre, donde yo estaba cuando suce–
dió. Por muerte de Alonso de Toro eligieron los
de la ciudad a Alonso de Hinojosa por Alcalde y
capitán de aquella ciudad, por Gonzalo Pizarra;
poco después entró Antonio de Robles en ella con
su provisión, donde lo recibieron por tal capitán,
de que Alonso de Hinojosa se dió por ofendido,
como lo mostró adelante según diremos, aunque
por entonces lo disimuló.
61