cea de su padre, sacados de las disposiciones testamentarias
del padre. En cambio, el joven Garcilaso cede a la madre una
chacra de coca situada en Havisca «para su sustentación y
alimento». El tema de los padres se cierra con ese hallazgo de
Miró Quesada, puesto que en
1939,
se revela, en las páginas
de
El Comercio,
el testamento del padre, fruto del trabajo de
Julián Santisteban Ochoa. Se había dicho de Garcilaso, por
parte de sus detractores peruanos (particularmente Manuel
González de la Rosa) que éste había ido a España a reclamar
alguna merced, desheredado por el padre. Los papeles tes–
tamentarios dicen todo lo contrario, fechado el
3
de marzo
de
1559,
los cuatro mil pesos del Capitán Garcilaso, son para
que el hijo estudie en España.
Hay un período, pues, de indagaciones sobre la vida de
Garcilaso, sus circunstancias, las fuentes de la obra, las in–
fluencias, y en ellas, precisamente, brillan los trabajos de
Aurelio Miró Quesada, por su meticulosidad, su precisión,
su paciencia. Si erudito quiere decir instrucción, eso es lo
que desprende de los trabajos que le dedica a Garcilaso,
puesto que nos instruye sobre la decisión que toma en
1563,
en que pudo volver Garcilaso a Indias, se había producido
un permiso de licencia, pudo embarcarse pero en el galeón
que zarpaba se hallaba a bordo el mismo licenciado Lope
García de Castro, del que recibiera la negativa de mercedes
pues descendía de un traidor, su padre, según los cronistas
oficiales. No lo hizo. Por lo demás, ¿qué destino esperaba
a Gómez Suárez en el Perú, ni encomendero, ni vecino, ni
mestizo real con rentas, simple indio sometido? No vuelve,
y decide «renacer, un nuevo destino y un nuevo nombre»
(Miró Quesada). Sobre ese año decisivo,
1563,
nos instruye,
recordando que en los documentos rastreados por Porras,
en las firmas en Montilla, «hay una reveladora transición»
dice Miró Quesada, «Gómez Suárez de la Vega». El momento
preciso en que firma «el Inca».
Miró Quesada nos sigue instruyendo cuando se ocupa
de la relación del Inca, ya de vida española, con los Padres
de la orden mercedaria. Nos instruye cuando comenta
meticulosamente los libros de Garcilaso que una investí -
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