nuevo será discutido, esta vez por historiadores republica–
nos, por su contenido utópico. El siglo veinte, por lo tanto,
tendrá sus inspiradores en su relato de la vida incaica y en
otro libro, el del francés, Louis Baudin,
El imperio socialista de
los Incas.
¿Cabe mencionar las traducciones que tuvo antes
de llegar la Independencia? Al inglés en
1625, 1688, 1869-71.
La
primera al francés es de
1633,
luego,
1650, 1658, 1702, 1715, 1737,
1830.
Algunas de estas ediciones se hallan en el
fondo antiguo de la Biblioteca Nacional del
Perú. Las hemos examinado recientemen–
te, cuando preparábamos la presente
edición, y otra, dedicada a
Joyas de la
Biblioteca.
En esa ocasión hemos podi–
do admirar los grabados de época que
acompañan las sucesivas ediciones de
Los Comentarios Reales,
lujosas, precio–
sas, cuidadas. Y en ellas, observamos,
el equipo editorial de la BNP, que nunca
faltaba alguna estampa con el plano urbano
del Cusco; ciertamente, algunos fantasiosos. Es
muy probable que conociera esas imágenes Alexander
von Humboldt antes de su extraordinaria expedición por las
regiones equinocciales de América del Sur. Esas estampas da–
ban la vuelta al mundo. Garcilaso fue, siglo tras siglo, el mejor
difusor del esplendor del Cusco, la patria que nunca olvidó.
Leído, admirado, controvertido, los tiempos republicanos
no han sido tampoco parejos en el aprecio a su legado. Es
acaso el destino de un clásico, las varias lecturas. ¿No se ha
dicho acaso que Homero, autor de
La /liada,
no existió?4 ¿En
qué nos reúne Garcilaso? En la reflexión sobre la sociedad
Inca, los hechos de la Conquista, y en lo que él mismo viene
a representar, un símbolo, ante el cual ni las preguntas ni
las respuestas son las mismas, y acaso no tengan que ser–
lo. Así, Garcilaso, ha sido considerado
a grosso modo
inca,
indio, mestizo, renacentista, criollo, historiador, utopista o
«peruano ejemplar». Cuando los furores interpretativos han
girado a otros ámbitos, por ejemplo, en torno a la
Coronica
de
Guamán Poma de Aya la, la temática vuelve a Garcilaso pero
como autor, como personaje central de los estudios contem-
126