Esa di ciplina no era tan dura porque hab ía pen ado mucho
en el tema de la aut formación, y en Villa El al ad r, en una
ép ca, en el
entro de Comunicación había una fi lo
fía que
había traído Michel Azcueta, del intelectual o rgánico popular.
Ese era un líder natu ral y un líder culto, que leía, que conocía
la identidad de u paí , ademá de literatura. Leí mucho obre
la comedia italiana, e pecialmente obre el per onaje Arlequino,
que era mú ico, poeta, e critor y publici ta , porque en us
compo iciones iba tran miti ndo la noticia de pueb lo en
pueb lo.
Lo
arti ta eran una totalidad.
Y
e cando en el TUC con
cí
a la burgue ía na io nal. En
e a época peo aba que eran todo uno imbécile y que había
que tirár elo abajo. Pero no había identifi ado individualm nte
que era la burgue ía la que enía a en eñarme e o: Bailó n,
Javier Diez
an eco, lo Ál arez
alderón. Venían a Villa, y
daban clases y con ferencias, ¿y quiéne eran?
La
burgue ía, pues.
on gente que llamaba 1
lid res elá ti o , porque e e tiraban
ha ta Villa y luego ¡po
!,
regresaban a u barrio. En el TUC
me encontré c n gente que había salido de la burgu
ía, alguno
raci ta , otro no, q ue tenían u !!ran e píritu bien hacán de
tener u amigo popular, que éramo Jorge Rodríguez de C ma ,
que de pué funda la Marcha de los Muñ c ne , y yo.
Una tarde fuimo
todo y pedimo un café en el Ha ití.
Estaba la hija del
fi
cal de la Nación, una hica Correa Miller,
Elena Romero, Hugo
alazar. Era gente que
nía de la da e
media alta, la burgue ía limeña. Para ello era no rmal tomar e
un café en
el
Haití. Para mí, fue una libera ión de mi condición
de negro, cholo, con un destino que no había bu cado . Fue
quitarme e a caroa de er p bre y
d ecir:~
Yo no puedo comparti r
contigo en un mi mo e pacio po rque ·i tú viene , tú
re
burgué
».
abía que
tre o cuatro ole que iba a ga tar
ah í me iban a quitar el pa aje de d
dia , pero ese nunca fue
un lío, porque podía ponerme la má ara del mim
e ir a la
plaza y hacer teatro.
o oy un renegad
ocial, comparto con
la gente, co n e l er humano, que no importa de dónd
pr venga,
i es e tadouniden e, ru o, peruano d
lo Andes o
limeño de
an Martín de Porre .
o nunca fue importante
para mí. Lo imp rtante e que ea un er humano con el cual
comparta valore , con el cual
ienta que escamo hablando de
cosas en que n
entendemo .
Mientra estaba en el TU
había un debate muy grande en
Villa El
alvador. Había mucha gente que estaba en la
univer-idad: Jaime Zea, Né tor Río , mucho de lo
lidere de
mi ép ca.
Y
en
1985
hay toda una p
íción de Vanguardia de
acercar e a la lucha, la guerra popular y todo e o.
La
gente
tenía que optar. Era tu formación p líti ca, tenías que er un
cuadro político y dejar la univer idad, dejar tu plan de
ida.
El pa rtido h izo uno de sus orande aci rtos: me botaron de
Vangua rd ia Re
lu cionaria por haberme convertido e n
pequeño hurgué , porque e taba e tudiando para er arti ta
cuando deb ría er líder de la comunidad. En e e momento
V ISIONES DE
U\
MODERNIDAD DESDE LO CHOLO
y,
la presencia ;¡
represión militar
en
departamentos declarados
en
estado de
emergencia, co.nstitu;¡en
dos causas mu;¡
poderosas de
emigración
de las áreas
afectadas
hacia
la
capital, de familias
enteras, en
muchos casos
sin retorno.
El temor de
la
población a represalias
de parte de
•
endero• ;¡ de parte de
las
fuerzas armadas, policiales ;¡ de
inves·
tigaciones,
ha obligado a los lugareños
andinos
a abandonar sus
tierras
y
venirse
a
la
capital,
donde
tampoco se escapan
de los malos
tratos
y
matanzas de los dos
frentes: • enderistas•
;¡
ÍUerzJlS
represoras
g11bernamenrale
,
que frecuentemente
organizan .redadas» diurnas;¡ nocturnas,
especialmente
en
Los •Pueblos
jóvenes-, con
el
pretexto de buscar
•
enderistas•
o
«terrucos•.
En
el
gobierno
de Fujimori, se
estableció
el
•rastrillaje• para buscar
«terroristas•,
especialmente en los •Pueblos
jóvenes•.
pp. 38-39
ALBARRÁN
MELGAREJO,
AMÉRI–
CO. La in ticucionalización de lo
provinciano e n Lima
y
u
vigencia
, cultural.
Lima, Em/
m.saLa
Libmad (
.G.E.
Lozano
M .), 1993.
57