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contra nosotrns de
un
modo
muí
poco honroso a
la
cí–
·dlizacion
de sus autores. Las
lmtoridades
provincfafos
J
departnrnentales por
docunrnntos públicos
y
solemnes,
1leclararon que
<<desde
ese dia hahia cesado <le
hecho
y
i>
de dereeho
el
1nonopolio de
Cascarilla,
el
pri1)ifojio
que
?>
se nos hahia vendido a
tan
caro precio, .Y el
contrato
)) solemne que habiamos celebrado con el
Suprcmo.Go–
') hicrno
ite
la nacion; )) como si tales
actas
ni tales
auto–
ridrulcs
pudieran fa11i1r en semejante asunto, sin
invcrlit·
todo el órden
judh~ial
establecido
por
la misma
Conslitu–
cion
y
leyes que proclamaban.
Uaslalrnn
eslos
actos, no
contradichos
por el
Gobierno
nuermnent(~
creado, para que en el
departamento
de la
Paz se
cre)'ese restablecido
el
coniercfo libre
de fos Quinas,
y
en el
esterior
se
suspendiesen
los efectos del. monopolio
y
hnjasc el precio de aquellas, o se
parnlizasc como
ha
sucedido, la venta de
1nas
de ocho mil quintales que por
\•l
año
de interdiccion
y
otras
ocurrencias
posteriores te–
níamos csta11cH<
li.ISen
Europa
y
Norte-América con
un
'alor de mas de
ochocientos mil
pesos.
Coloc;1dos en tal sítuncion,
y
cediendo a
circ:;unstancias
Um escepciona!es corno fos que
ofreció la
República
en oc–
tubn~
del
;1fío
pasado, nuestro socio Portal no
t.uvo
otro
recurso para
salvar el
negocio
ele
su
última ruina, que
acercarse
ni Setior .Jener:d Helzu,
proclanrndo
Presidente
provisorio por los deparlanient os del norte
y
proponerle:
n
que con tal que
se conserve siquiera "' fantasma
del
1>
monopolio al esclusivo objeto de
no
envilecer
el
artículo
n
en los
1ncrcados
cstranjeros, se
compromelia
a
nornbre
1>
de la Socicdad:-Lº a
pngar
las Quinas en Ja
P;n
a 2.5
pesos
quintnl,
en
H'z
de
tG
h;1sla
18 a
que
antes
eramos
obligados. 2.
0
:t
depositar en
arcas, desde t.5 hasta 20
))
1nH pesos
mensuales, en lugar de solo diez mil acordado.'J
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