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a· las inferiores con actos nmi esplicitos
J
con
domnnell-·
tos que se hallan
consignados
en los periódicos de esa
época. La prensa de
la
Paz, dirijida en
su
rnaJOl'
parle
por los
contrabandisl.asy
por
al~~1rnos
nspirm1tes
a
nuestrn
empresa, se desencadenó
cont.raella
y
contra
los
Socios
allí residentes ,
hasta tlmenazar
su
existencia
y
provocat•
a Jas nrnsas contra sus indefensas
11ersonat1.
Me
tT1ni10
a
los misrnos periódicos de la Paz.
l)esde
ese
momento
la
eslraecion de Quirws, de
hecho
foé
libre para todos, menos para la
Sociedad
que
tenien..:
do las
suyas en la ciudad de la Paz, debía estrnerlas do
allí, guiarlas, nwrcarlas
y
pagar por cUas un derecho
do 30
pesos en quintal ; de que cstalwn
cserHos
lodos
los
<lenws.
Desde
entonces los
cont.tabandislas de
lns
provincias,
alentados con el
comercio lt'bre
y
estimulados
con el
<lite)
JH'Ccio
que en el esterior
hahia
tomado
el
nrtículo por
consecueBcia
del l'\lonopolio
y
del
Mio
de
inlcrdíccion;
apuraron
sus
estracciorres
clandestirws
y
a toda
cosltt
abarcaron la especie
CUJª
esclusiva hnhiamos cornpr:ulo
a
t.ancaro precio,
y
de la que aun no habianws
report;Hlo
provecho alguno sino fuertes pérdidas. Algnnas autorida–
des provinciales
y
otras personas de alta
inlh1cncia
polí-–
tica, fueron las primeras en dar el ejemplo de este tráfico
('scand;1loso, inmornl
y
contrario n la
fó
del Gobierno e
intereses de Ja Nacion.
Coloc¿1da la Sociedad fuern de
locfa
cornpentencia coü
los
contrahandislns
''UJííS
Quirws puestas en
el
est.erior
les
1.:ostnhnn
un 65 per ciento menos qúe aquella, por
cmmto
u
las no
derechos
y
eslaban
contiguas a
\as fronteras
del
Perú.
¿
Quó otro partido podía tornar
la
Sociedad
colocada
en tan
¿1flijentes
situaciones, ngrnvada
con lZ1s
de aquella
époc'~)
sino el