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juicio
c01Tt>spondicntc
~·
ante !:i s aulori1L:1des que
designan
las lc)'CS fuuclamentales
d L~
es;,t n·púhlil'a.
Aun no habi:rn pasado los efectos de
la
prec1.· dcnte
lwrr<tsra suscil;1da
contra nosotros:
<.t.[H'llilS
h;1hia sido
restituido
a su
libert;ul
ntH•slro
Socio Port;d , <lnm•ltos
nuestros libros, dl•semb;H·g;1das nu eslr:ts Quirrns )' pcnni-·
tiéndoscnos
su
cslr<1ccion,
despucs que
otros
lwLian
cstrnido )Js
su_y;1s
sin pagar un solo peso de dcrcc.:hos;
cmrn<lo sohrc\'Íno b
rcvolucio11
de Octubre para sc ll;n·
nuestra ruin'1 comercial, anulando de
hecho
los últimos
destellos
del
derecho
qtw nos hahia
reconocido la
suprema
rrsolucion
de 25 de
;1bril
)ªcitado.
Desde diciernhre de
8117
nu estra
cscl11sivLt
ha.bia sido
ttominal
y
reducida <( a ser nosotros los úni cos en ¡rngar
tlerechos por
la
cstraccion
ele Quinas.>> El cont
r;ihando
permitido por lns nutoridadcs que hlasonahan perseguir–
nos para
populnriwrsc
cou
la
turba de contraliandislas
'lllC
nos boslilizaha, habia
<1ntilndo ele
hecho
11ucslro
pri–
vilcjio,
rcduci{~n<lonos
a peor con<licion 'luc la de
ú!t
inrn
ciudadano. Sin <·mhargo de esto, aun se conservaba cu
nuestro t;wor anlc el
co1ncrcio cstranjero
un fantasma de
derecho
o
csclus it·a
que la citada
resolucíon vino
a
des~·
truir,
revelando el
lfamino
<lcl monopolio,
cuya
111H1rc11le
subsistencia aun mantenía el precio de la s Quinas en los
rncrcados cslranjeros.
A
consecuencia de
dicha
rn o!ucion
.Y del
espíritu
hostil
que ele tiempos alras habían desplegado
conl.ranuestra
Sociedad los principales actores de ;1quella; algunos
<1cl.ospopulares ,
y
la prensa de
la Paz se
desc11ciHlenaron