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DISCU~_so
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vanas naciones chnsWmás por su grand1s1mo trafico en :Afnca
y
en las tier–
ras del Soldan de Egipto. Haciase entonces por el isthmo de Suez toda
la contratacion de la India oriental , interrumpida despues con el descu–
brimiento del Cabo de Buena-esperanza y conquista que en
I
5
r7 hizo Se–
fon Emperador de los turcos del reyno de Egypto con prision y muer·
te de Tomunbeyo II su ultimo Soldan en quien acabó la monarquía
y
notable milicia de los Mamelucos de Circasia, y lo refiere por menor
Amaro Centeno. (
2
8)
. 1
3 Desde que la imprenta
á
mediados del siglo XV facilitó la copia de
libros empezaron
á
darse
á
la estampa en Europa algunas obras arabi–
gas de medicina, astronomía y otras facultades :
á
que se siguió la geo–
grafia y la historia de los arabes; haciendose desde entonces comun
á
to–
do el Occidente su erudicion y la necesidad de profundizar la literatura
arabe.
14
La gramatica y dialectica de los
~rabes
trahen su origen de Aly Ben
Thaleb, quinto Califa, el qual viendo que la lengua arabe se iba propagan–
do socolor de religion y con las conquistas, buscó hombres sabios que
sacando de su rudeza aquel idioma le
fix~sen
y reduxesen
á
reglas grama–
ticales, instituyendo las dos es.cuelas de Cufa y Bosra
(29)
en que florecie–
ron muchos gramaticos,
y
de allí se extendieron por el Oriente, Afri–
ca
y
España est¡¡bleciendo difereutes escuelas y colegios para la en–
señanza de las ciencias
y
de su doctrina en el propio idioma, adoptado
generalmente en
to~fos
los paises en que los mahometanos introduxeron
su religion ó su seño·rio.
l5
Por esta causa ha sido grande el estudio que los musulmanes han
puesto en culcivar su lengua y en la formacion de diccionarios, de don–
de los europeos han podido trasladar los suyos con solo añadir las cor-
numero de corsarios con que sus moradores in–
festaban los mares , y con especialidad el co–
mercio de los catalanes, genoveses y pisanos:
lo que obligó
á
la célebre expedicion que en
auxilio de D . Ramon Berenguer , Conde de
Barcelona , hizo D . Alonso VII , llamado el
Emperador, con el Rey de Navarra contra la
ciudad de Almería que fue tomada en la era
ll85,
añodeChristo
1147.
En esta expedicion además de la Armadadel
Conde de Barcelona , suegro del Emperador,
ayudó mucho la que aprestaron
los geno–
veses igualmente
int~resados
que los catalanes
en destruir este nido de corsarios que interrum–
pian el comercio de unos y otros. V ease la cro–
nica de Sandoval cap.
2
5 pag.
12
5 y
el
frag–
mento del poema que refiere las gentes de Es–
paña y de fuera , que concurrieron
á
esta.
conquista.
D . G abri(:\ Pasqual y Orbaneja en la
His–
toria de
Alm~Ha
parte r cap. r
2
habla con
exr~nsio1i
del poder maritimo de est2 ciudad y
daños que los moros desde su puerto hacian
á
las naciones comerciantes con sus embarcacio-
res-
nes corsarias.
( 28) Historia de cosas del Oriente part.
1.
cap. 53 pag. 5
9
en que trae Centeno la suce·
sion ·cronologica de estos Soldanes.
Esta obra fue impresa en Cordoba en casa
de DiegoGalvan año 1595 en 4 .
0
y emplea la
segunda parte en la
histor.iade las Cruzadas:
lo que había hecho antes de él Vicente Roca en
su
Elistoria de los T11rcos
impresa en Valencia
año de r 556 en folio.
'
(29)
Casiri
Bibl. Arabico hispana t .
r•.
&.
1
p.
2.
da noticia de
la
diligencia de este C a–
lifa para fixar la lengua arabe dentro de reglas
dertas.
En esta misma Biblioteca
se
refieren
las escuelas de Cordoba , G ranada y otros pue–
blos en que los musulmanescultivaban las cien–
cias : sobre que tambien pueden verse Leon
Africano y Luis del Marmol en su
descripcion
de Africa ,
requiriendo esta materia por si sola
un tratado particular
y
de intento en quese ma·
nifestase con distincion de facultades
y
de si–
glos el progreso que los arabes han hecho en las
ciencias , y sus traducciones.