P R EL I M I NA R.
~II
•
mó
las guturales
y
aspiradas, son equivocas en nuestra pronµnciacion,
y
del todo mudas las dobles.
8 Los que despues de aquel sabio escritor hicieron catalogos
ó
nó–
ruenclaturas de palabras arabigas tomaron del P. Alcalá, como observa D.
Gregorio Mayans, las listas etimologicas que nos han dexado y recogió
el h:1ismo Mayans
á
excepcion de las de Fr. Francisco Guadix, y Diego
de Urrea , que no babia visto aquel erudito, ni se hallan en su coleccion.
9
Cayeron estos colectores igualmente que Fr. Pedro de Alcalá en el
defecto de omitir la escritura ara'be, y en algunas explicaciones que hacen
de estas voces acreditan su corta ó ninguna inteligencia en el idioma,
si~
guiendo en lo mas traducciones vulgares.
10
BernardoAldrete,(
I
6)
formó cbn efecto un catalogo diminuto tanto
de las palabras castellanas que á su juicio no deben estimarse por de origen
arabe , como de las que cree serlo. Y aunque no se puede negar· el gran
estudio de aquel antiquario es preciso confesar de buena
fe
que su
inteli~
gencia en este idioma era muy escasa para poder tratar solida y
profun~
<lamente de un ramo tan dificil, como lo es la etimología de las voces ara–
bigas adoptadas en nuestro idiotna. Asi los esfuerzos de Aldrete como
de otros muchos españoles ocupados en recoger estas voces demuestran
la
necesidad de conocer y entender aquel idioma para discernir mejor en
el nuestro el significado de las palabras
tomadas de el.
1 1
El Lic. Sebastian de Covarrubias Orozco (
I
7) dando razon de
la
parte etimologica de su
Tesoro de la lengua castellana
,
en que cierta;
mente trabajó con diligencia, confiesa que por lo tocante- á las etirho–
logias arabes; por no entender aquel idioma se valió de Diego de Urrea
y
de los escritos de Fr. Francisco Guadix del Orden de S. Francisco. Son
estas sus palabras:
1 2
,,En la lengua arabiga casi todos sorilbs iguales, foera de algunos po- .
,, cos que la saben ; y asi hemos de dar credito
á
los peritos en ella. Yo
,, he consultado á Diego de Urrea interprete del Rey nuestro Señor, y
vj~
,,ro algunos escritos del P. Guadix : de ambos me he aprovechado; y de
,,algunos otros que cito en diversos lugares."
1
3 El
Tesoro
de Covarrubias padece el comun defecto de <:JUe no
solo en las etimologías arabes , sino tambien en las griegas
y
hebreas
omite los caracteres propios de estas tres lenguas; teniendo el alfabeto
hebreo igual imposibilidad que el arabe de suplirse con nuestras letras
latinas por ser muy diferente en algunas el valot
y
potestad, y faltan–
do otras letras del alfabeto latino en el hebreo y arabe.
1
4 La dificultad que ocurre en las consonantes de estos dos idiomas res–
pecto á las voces españolas se verifica por el contrario en las vocales grie–
gas, por ser algunas de ellas equivocas eu su sonido
y
pronunciacion la-
~
L
d
~
~
(16) Aldrete
Origene9de la lmgua r'astr-
goal
Tesoro de la lengua castellana
impreso
}lana
lib. 3 cap. 15 desde la pag. 87.
en Madrid por Mekhor Sanchez el afio de 167 r.
( 17)
Sebastian de Covarrubias en el prolo-
'{..ro e
Ct-Í",
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1
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