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p

R E L I MI N A R.

XV

29

El impulso y proteccion señalada que D. Alonso el sabio, hijo y su–

cesor del santo Rey, y yerno de

D.

Jayme el conquistador, Rey de Ara-·

gon dió

á

las letras haciendo usual

y

comun la lengua castellana, adop–

tandota no solo para los estudios sino tambien en el foro y en

la

canci-·

lleria Real , acabó de desterrar la lengua arabiga de las provincias christia-

nas de Espáiía.

·

30

Su~sistian

con todo eso todavia causas mediante las quales no.podía

enteramente olvidarse el idioma arabe entre nosotros.

3

e

El comercio y contratacion con los moros del reyno de Granada,

que

se

mantenía independiente hasta fines del siglo

XV:

esto ec; el año

de

1492,

conservaba aquel idioma con vigor dentro de E spaña, aunque

reducido

á

la sola dominacion de Granada.

3

z

·

Las artes·

y

oficíos aun mucho despues se exercitaban por los mo·

riscos que quedaron dispersos

y

tributarios en la mayor parte de nuestras

provincias hasta

el

año de

1

61

2

en que fueron expelidos enteramente

de orden de Felipe

III;

no -siendo facil comprender la füerza de muchas

de estas palabras de las artes .y oficios sin recurrir

á

su origen y etimolo–

gía arabe, como se puede ver en los libros, en las escrituras y diplomas,

y finalmente en muchas ordenanzas de los pueblos y gremios.

3

3

En la agricultura se aventajaron notablemente los arabes trayendo

á

España la seda,

el

azucar, el algodon , los dátiles

y

otros frutos des–

conocidos en la península hasta su irrupcion.

34

Lo mismo sucedió en la albañilería, en las\ cequias, riegos y culti-

c~u-¡

¡,p.a."'

vo de Jos campos, cuyas voces se usan todavia entre n9sotros con algu-.

na leve corrupcion, diferenciandose poco de las que·originalmente in-

troduxeron los moros en España.

3

5

Con generalidad en algunas de las maquinas militares, fortificacio–

nes, armaduras, muebles

y

otros utensilios domésticos, para entender las

cronicas y escrituras antiguas es preciso recurrirá este i::lioma. Lo mismo

debe decirse de la medicina,cirugia, farmacia

y

albeyteria, como tatnbien

de los terminos nauticos del medio tiempo mientras la navegacion se

hacia principalmente en el mediterraneo, hasta que la invencion de la

aguja de mareár animó 'los hombres á engolfarse en el anchuroso mar

y alexarse de las costas intrepidamente ; como lo hicieron los portu–

gueses

y

castellanos luego que acabaron de sacudir el yugo de los sarra·

cenos.

36

Por manera que el conocimiento de este idioma es tan ñecesario

á

los españoles para entender con perfeccion sus propios escritos, como

para traducir é interpretar los arabigos.

ciembre de 1447 se poblase el sitio donde se

dió esta. batalla, y en que estaba edificada la

hermita de Santa Elena para perpetuar la noti–

cia de tan memorable suceso , y tambieo para

guarecer aq.uel parage de los malhechores que

le infestaban.

Esta util-providencia quedó reservada

á

la

Es-

munificencia de Carlos III en cuyo glorioso

reynado se ha edificado la pobla1,lon de Santa

Elena con otras muchas en

la

SierVa-morena , y

se ha construido la calzada real que desde

Santa Elena

á

los Almoradieles franquea el

transito de Aodalucia

á

la Mancha.

·