XVI
DISCURSO
37 Esta importancia en general del idioma arabe respecto á nosotros
demuestra con evidencia la utilidad de un diccionario completo, qua! es
el presente·, en que su autor ha puesto el mayor estudio
Y.
puntuali–
dad. En el se determina la correspondiente equivalencia de las palabras
de ambas lenguas.
38
Servirá támbien de etimologico para discernir con claridad quales
voces vienen del arabigo, ya reteniendo su propriedad, ó las·que habien–
do recibido corrupcion
ó
mezcla dimanan del propio origen : observa–
cion muy necesaria para alcanzar
su
genuino ó verdadero sentido.
SECCION
II
.
De las tentatz'vas hechas en Espmía en los tres u/timos siglos
para
el
uso etz'mologico
é
inteligencia del arabe.
·
Aunque el arabe fue usado por ocho siglos en España : esto
{!S
desde principios del
VIII
hasta fines del
XV,
en los tres siguientes se ol–
vidó generalmente, y la buena razon politica obligaba
á
ello para restable–
cer nuestras costumbres y gobierno en las provincias recobradas de los
moros.
. 2
Los libros y escrituras que quedaron de su tiempo necesitaban tra–
ductores que las romanceasen para la decision de los pleytos , y los li–
teratos tenían precision de acudir á aquel idioma
p~ra
alcanzar la ver–
dadera inteligencia de las costumbres y sucesos antiguos : por tanto no
se, interrumpió de todo punto aquel estudio.
3
Movia á ello tambien la conversion de los moros del Reyno de
Granada. Con este piadoso objeto Fray Pedro de Alcalá del orden
de
S.
Geronimo escribió un
Arte para ligeramente saber la lengua
arabiga,
que dedicó á D. Fr. Hernando de Talavera, primer Arzobis–
po de Granada dividido en
38
capitulos; colocando al fin de su grama–
tica los principales rudimentos de la doctrina christiana para el uso de
los parrocos y catequistas.
4
Igualmente dió á luz
el
Vocabulista arabigo
en letra castellana,
y
todo lo concluyó en el año de
I
5o1.
La ' impresion se acabó en
Granada en la imprenta de Juan
V
arela de Salamanca á
5
de Febrero
de
1505.
51
Esta gramatica y diccionario tienen la prerrogativa de ser la obra
primera y mas completa que se dió á luz de este idioma en Europ::i.
.6
En el capitulo
37
del arte se halla el alfabeto arabe y el modo de
suplir las letras, que no tienen sonido ni equivalencia en la pronunciacion
y escritura española y latina.
·
7
Hat\:ia sido sin duda de mejor uso que las palabras arabes se hubie–
sen impreso en caracteres propios de aquel idioma : pues no solo las qua·
<
tro letras dobles de que habla
Fr.
Pedro de Alcalá carecen 9e equivalen–
tes en nuestro alfabeto, sino que de las restantes letras arabigas .algunas, co–
mo