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DE LOS FENICES.

343

Segun lo qua! sale ajustada la version,

que antes se dio a la inscripcion de nuestra

moneda.

Pero si a alguno gustáse mas la sen–

tencia de

R. David Kimchi,

que como di–

ximos interpreta la voz

I"IDN

opheth,

por lo

mismo que

f ortaleza ,

o

robur :

la mone–

da en lugar de :

para el tributo,

o

el erario,

diría :

para la fortaleza ofortijicacion de Ti–

ro

;

y en Latin :

ad munitionem Tyri

,

o:

ad muniendam Tyrum.

Para mi es de gran peso la autoridad

de este R abino, cuyo credito fue tal entre

los suyos , que dio lugar al proverbio :

No

hai harina sin el molinero

,

esto es :

no hai

dodrina sin el Doctor Kimchi ,

o el

enhari–

nado ,

que eso significa en Hebreo su ape–

llido. El sentido es cambien noble, enten–

diJa la

voz

I"IDN ,

opheth

por :

fuerza ofor–

tijicacion;

pero yo sospecho que en el Codi–

ce Caldeo , donde leyo

R.

Kimchi

la voz

I"IDN ,

opheth

,

estuviese escrito : p;:JN

ophek,

que significa

robur

,

de la raiz

pDN

aphak,

robora·vit.

N uestra moneda dice seguramen–

te :

I"IDN

opheth

,

segun va escrita.

Ahora, que las tres letras

u.¡ ,

~,

y '),

de que puede dudarse , correspondan al o

Samech

,

D

Phe ,

y

~

Teth

de los Hebreos : por

lo que toca a las dos ultimas

~

y '.) , lo

prueba su mudanza o subrogacion en otras

mas lenes de su mismo organo;

la qua!

mudanza no puede acomodarse a otras le–

tras , cuya potestad no este ya conocida en

figura diversa. Llégase a esto que esas letras

son dos de las quatro Fenicias , no des–

cubiertas hasta aqui , quiero decir , cuya fi–

gura hoi se ignora; y asi faltan en el al–

fabeto Samaritano publicado por

'Juan H en-

1·ico H uber (a)

,

y en los Fenicios que re–

sultan de las inscripciones de M alta y Ci–

zio

(b).

L a figura en que las vemos en los

alfabetos Samaritano y Fenicio de

Eduar–

do Bernard, M orton

,

Kirker

y

Montfaucon:

en mi juicio son poco de liar; y creo que

ninguna de dichas tres letras se haya co–

piado de monedas , sino de Codices Sama–

ritanos; y quando mas , de inscripciones,

donde tal vez estaran desfiguradas. D e mi

digo, que ninguna de dichas dos letras

~'

ni '.) havia jamas visto en esta figura, sino

en nuestra moneda. Siendo pues dichas le–

tras , dos de las quatro no descubiertas ; y

teniendo mui diversa figura de las ya cono–

cidas ; y lo que es aun mas , siendo entre

las quatro que faltan por descubrir ,

las

dos unicas que pueden aspirarse , o bien

pronunciarse tenues : cómo es posible que

dexen de ser las que hemos dicho : quiero

decir,

el~ ,

un

D

Phe;

y el '.), un

~

o

Teth?

Por lo que mira a la otra letra en es–

ta figura

4 ,

que

M . Pellerin

tuvo por u1

r.i

Mem

Hebreo , llevado de su semejanza,

y antes se dixo ser un o

Samech

:

yo ase–

guro, no haverla jamas visto en moneda al–

guna Samaritana. En la inscripcion de Mal–

ta se halla el o

Samech

en figura no mui

diversa, es a saber

1

:

en la de Cizio esta

algo mas desfigurada , como puede verse

en

M. Barthelemy

(e);

pero en una y otra

conserva los mismos trazos que en nues...

tra

u.¡

se reconocen. Esto pues , y la se–

mejanza del o

Samech

,

y

D

M em

final

Hebreos

( que arguye, la havrii tambien

entre el

Samech

y

JJ!lem

Fenicios , como se

noto antes ) : el no poderse otra letra , que

no este ya conocida en

figura distinta,

acomodar en dos

lugares en

la diccion

donde se halla : y ultimamente el no que–

dar ya en el alfabeto Samaritano sino dos

letras por descubrir , una de las quales es

el

Samech

;

y el no poder la nuestra ser un

t

Zain

(que es la otra que falta): me hacen

persuadir, sin genero alguno de duda, a que

la letra de esta figura

4 ,

es un o

Samech.

La moneda de que tratamos , entre otras

utilidades nos da r

0

:

doce letras del alfabeto

Fenicio:

2

°:

llena tres casas o nichos, que

hasta aqui estaban en él vacios , o se ha–

vian llenado con letras tomadas de Codices,

inscripciones, o de otros monumentos me–

nos seguros que las monedas. 3º . D escu–

bre que los Fenicios por causa de la mas

suave pronunciacion , permutaban las le–

tras de un mismo organo , segun eran le–

nes o aspiradas las que se les seguian ;

y

da lugar a creer , que los Griegos , que

boí dia hacen lo mismo, lo

tomaron de

ellos, junto con su Literatura. 4

°.

P rueba

que el

~

, o

D

Phe

entre los Fenicios siem–

pre sonaba aspirado

Phe,

y nunca tenue o