DE LA LENGUA
Lo cierto es que ni en una inscripcion,
ni en otra se halla la letra
l
Nun
,
o N , de
que pueda formarse el nombre :
ldahha–
noth ;
ni el de la Ciudad de
M ena:
por–
que en ambas , la penultima letra, de que
pudiera unicamente dudarse , es conocida–
mente un
¡
Resch
,
que se ve muí claro
en la inscripcion de la primera ; y así re–
pito, que ninguna de las dos monedas pue–
de atribuirse a Pueblo o Lugar, cuyo nom–
bre Fenicio se interprete en L atín:
G_astra:
ni tampoco a
Polermo
;
ni a
M ena
,
cu–
yas monedas , que pueden verse en
Paru–
ta (a)
y
Orvil/e (b) ,
tienen muí diverso ty–
po que las de que tratamos.
N o obstante lo qua! , no me atrevo yo a
señalar la Ciudad a que pertenecen, ni aun
a afirmar si son de Cartago , como piensa
M
Pel!erin
,
o de Sicilia ; pero si fuesen
de esta Isla , mejor las atribuiría a
la
Ciudad de
H eraclea ,
llamada
Minoa ,
y
H e–
rnclea-Minoa
,
y antiguamente
M acara,
como
lo atestigua
H eraclides Pontico
en
su L ibro
,de Po(iti!s (c).
~us
palab;as
s?~
es–
tas :
M1vwav -rnv
EV
LixEAtt;t
,
Maxafa'J
EHaAow
?rfÓTEfº' ;
id est :
Minoam Sicilia: Urbem pri–
mitus Macaram
vocabant.
Esta C iudad
ademas de la scmejanz,a o identidad de su
nombre, con el que se lee en las monedas,
tiene
todas
las nociones que
M
Barthe–
lemy
desea , para que pudiesen haverse cu–
ñado en ella unas piezas de tan excelen–
te trabajo , y en tanta copia ; pues se ha–
llan bastantes , y quantas
he visto son
de plata. Era Ciudad rica, donde pudie–
ron florecer mui bien
las artes ; y eralo
tanto en tiempo en que la dominaron los
Grie<>os , que llego a dar zelos a los de
Cart~go ,
y por esto fueron .alla con una
poderosa armada , y la conqu1staron y des–
truyeron , como lo atestigua
D iodoro Sicu–
lo (d) .
Esto
fue cerca de los años
270.
de la fundacion de R oma; pero r24. años
despues , en el Arcontazgo de Agatocles en
Atenas , ya estaba reparada, y era de la ju–
risdiccion de los Cartagineses , como lo su–
pone el mismo Autor en el libro X VI. (pag.
515.): porque hablando de D ion Syracusa-
no , afirma que habiendo salido con sus na–
ves del Zante , aporto a la Ciudad M inoa,
del territorio de Agrigento ,
la
qua! era del
señorio de los Cartagineses ;
y
que su Go–
vernador Páralo , amigo de D ion , lo hos–
pedo con buena voluntad. Concuerda con
esto lo que Plutarco dice en la vida de
Dion
(e)
;
y
aunque allí añade que en–
t~nces
e
1
ra
..
Lugar
pe9ue~o ;
'lfo~1ap.á/1ov
i11
ry
L:~EA1i;t Tn~
KapxnÓ'ovuuv
E1rn,pan1a~
:
se sa–
be por el citado Diodoro
(/)
, que se au–
mento en mui breve tiempo , y que era
Ciudad considerable y libre ; y que Aga–
tocles a la metad de la O limpiada
11 8.
es–
to es , por los años 448. de R oma, bolvien–
do de la expedicion de Utica , la sugeto de
nuevo a su imperio. Tiempo tuvo pues en
este intermedio para cuñar las monedas de
que se trata. D espues fue igualmente ce–
lebre , y como tal la nombran el mismo D io–
doro , L ivio , C iceron , Polybio, M ela ,
y
todos los Historiadores y Geografcs.
E l typo tambien de las monedas de que
tratamos , especialmente de la que represen–
ta a Hercules cubierto con la piel de Lean,
no puede ser mas proprio , ni convenir me–
jor a una C iudad llamada de su nombre
H e–
rnclea
:
a lo que se añade , que
rara ,
rnui
rara, es la moneda de esta Ciudad en que
no este Hercules luchando con el Lean;
y que el nombre de
Heraclea ,
se le pudie–
ron haver dado los Griegos , por haverse
antes llamado
M acara ,
que viene a ser Jo
mismo que
H erculea
:
porque segun Pau–
sanias
(
g)
los Egipcios y Africanos llama–
ron a Hercules
Macarid :
o
M acaris
;
y
los Cartagineses , dueños ya de esta Ciudad,
pudieron renovar, y estampar en sus mo–
nedas su primitivo nombre;
el
qua!
Bo–
char! (h)
sospecha sea Fenicio ; y que H er–
cules se llamáse :
¡ 1;no
macharid ,
esto es:
el terrible( i).
Por otra parte:
;i;:m
macarah,
segun el mismo Bochart
(j)
significa lo .
mismo que :
ca·vada , tajada
,
cortada a pico;
( yo no he hallado esta raiz , porque el
Hebreo :
i pl
nakar,
que significa:
ejfodit,
excavavit ,
se escribe con p
Koph ,
no con
J
Caph
,
como
;i;::ir:i ) .
Si esto fuese asi,
(a)
Tom. 3. Lamin. ro5.
(h)
Torn.
2.
Lam. 10. num. 9.
10.
y
11.
(e)
D e Politiis Gréecor. T. VI. An·
tiq. Grotc.
lac. Gronov.
col. 1831.
(d)
Lib. 4. pag.160. Ed. Anmcl. 1746.
(t)
Pag.969. Ed. Paric; 1624.
(j)
Lib. XX.
pag.
761.
prop. fin. (g)
In
Phocicis cap. X VII.
H'yEµWr
S'E
-rol~
Albu<r"
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~á.~S'o~
Ó
Ma.x.~eAS'oS" , HPa.x.AÚI'~
S''E
i'll'oroµa.i:rSÉ~ToG- ~'
Aiyuw11'c:.i1-n;
x.cdAt~6c:.ir.
(h)
Geogr.
Sac.
l.
JI.
pag.
171.
(i)
Levit. 16. 6.
(j)
Pag. ¡¡6.
L