DE JUGURTA.
el vulgo llama trabajos. Lo cierto es) que la causa pu–
blica anduvo por este medio de blandura tan bien
y
noblemente adnúnistrada ) como pudiera baxo del go–
vierno mas severo. Pasados quatro dias) a poca dis–
tancia de la ciudad de Cirta
,
llegan a un mismo
tiempo de todas partes los batidores muí apresura–
dos : lo que indicaba acercarse el enenúgo
;
pero co–
mo aunque venían por distintos caminos )
y
cada
qua! por su lado
,
no decia uno mas que otro
;
du–
dando
el
Consitl en que 1nodo ordenaría su gente : se
resol-vio al fin a esperar en el 1nisnw sitio )
y
for-
1nacion que traia ) dispuesto para todo acontecimien–
to. D e esta suerte burlo la expectacion de Jugurta)
el qua! havia dividido en quatro trozos su exercito)
crsrendo que alguno de ellos havia de dar precisa–
mente con los nue$tros por las espaldas. Sila
J
que foe
elprim.ero a quien los enenúgos se acercaron) havien–
do animado a los
Sl!!JOS
,
embiste juntamente con otros
a los Moros
,
forniando un esquadron mui apiñado:
los demas finnes en sus puestos
,
procuraban resguar-
ne
, arque decore gesta. Igitur
quarto denique die haud longe ab
oppido Cirta
imul undique spe–
culatores citi se e ostendunt : qua
re hostis adesse .intelligitur. Sed
quia divorsi redeunte
, alius ab
alía parte , atque omnes ídem sig–
nificabant ; con ul incertus , quo–
nam modo aciem instrueret, nullo
ordine commutato, advorsum om–
nia paratus ibidem opperitur. Igi–
tur Iugurtham spes frustrara : qui
copia
in quatuor partí distribue–
rat , ratus ex omnibus reque ali–
quos ab tergo hostibus venturo .
Interim Sulla, quem primum hos–
tes attigerant , cohortatus suos,
rnrmatim , et quam maxume con–
fertis equis , ipseque, aliique Mau–
ros invadunt : ceteri in loco ma–
nentes , ab jaculis eminus emissis
corpora tegere , et , si qui in ma–
nus venerant , obtruncare. D um
eo modo equites prceliantur , Boc-
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