Discurso
l.
-§.
VI
l.
·
6
3'
De. los
escritos
de
esto$ Filósofos
se·
puede
muy
bien
inferir
lo .
que
entendieron
· por el Bien , por el Padre ,
ó
Dios prime~o:
y ·
del -mismo modq se puede
concebir por
La–
gos,_· el Verbo, la Mente _,
ó
el Hijo engen–
drado por
el
Padre, imagen suya ,
y
,Píos
se–
gundo ; mas no al instante . se percibe lo
que
eqtendieron por el Animo ,
ó
Espíritu , que es
la tercera Deidad ,
qu_e
co~stituyen_ Dando
á
sus
expresiones
la e~tension de qu~ son
ca–
pa.ces ,
parece entendieron por
esta
Deidad te·r–
cera el Espír~tu ,
que
dicen ánima
del U_ni–
_verso '
que I~ da
·á
C<!da ._cosa _aquel
vigor na~–
_tural
que . necesita para su subsistencia ,
y
que
~in ·él volvería
á
la nada que antes er.a. Este
E.spíritu parece va ,
y
viene ,
y
en su pre.:
sencí a· todo toma
vigor ,
y
en su ausencia
to–
do
desfallece.
Mas
por otra parte
par_ece
que
· toda esta operacion
la
atribuyen
al
Verbo , que
, sale corno de sí
mi~_mo
,
coi1templando
las
cr,iatJras '
en
cuyo
aéto
les
da
el
vigor
·con
que subsisten ;
y .
se v·e en N umenio , que el
segundo
~
.Y
el .
tercer Dios .·es
uno
misrpo:~
de
modo , que
será Verbo en .qúanto
dfmaná
del Padre ,
y
será Animo ,
ó Espíritu
en quan-
to