Table of Contents Table of Contents
Previous Page  124 / 840 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 124 / 840 Next Page
Page Background

-

86 -

das,

y

volvieron á dar dias de gloria á la nacionalidad, conquis–

tada por su intrepidez

y

su bizarria en los combates que tuvieron

que sostener.

Asegurada la independencia oriental

y

cuando todo hacia su–

poner que largos años de quietud

y

de reposo, en plena paz,

serian la recompensa merecida que hallarian cuando menos los

viejos soldados de las guerras por la libertad, se iniciaron á raiz

misma de la constitucion política del país disensiones internas,

tan violentas

y

prolongadas, que han dejado huellas tremen–

das en la historia

y

traido hasta nuestros dias las deplorables

consecuencias de los sucesos pasados.

No tiene objeto aqui la enumeracion de esos sucesos fnnes –

tos que han dificultado nuestro progreso y facilitado el acceso

de gobiernos irregulares, impuestos por los acontecimientos ó

generados por la intransigencia partidista, que lo quiere todo

de acuerdo á sus conveniencias particulares

y

que rara vez con–

sulta para sus decisiones el interés general, en su mas ámplio

sentido.

La campaña dividida en opuestos bandos, ha pagado como

siempre el mayor tributo de sangre

y

sacrificios, siguiendo cada

ciudadano, leal

y

consecuente en los buenos y en)os malos días,

la causa á que se había afiliado al iniciarse nuestras disensio–

nes internas.

Duran hoy todavía, aunque se van debilitando sensiblemente

los rencores

y

los ódios del pasado, que han sido la fatal conse·

cuencia de los extravíos

eng~ndrados

por las pasiones exalta–

das, á las cuales no puede imponerse fácilmente ni freno ni

moderacion.

Llegará un tiempo en que los hábitos de vida propia

y

regu–

lar, cuando la instruccion pública suficientemente difundida, en–

señe que deben subordinarse ambiciones

y

propósitos á

la

saludable influencia de la ley, llegará un ti empo decimos en que

se den al olvido las faltas cometidas por los dos partidos tradi–

cionales y se busquen nuevas fó rmulas políticas, en armonia con

las necesidades futuras, que condensen las aspiraciones

y

los

ideales modernos en el proceso de perfeccionamiento que tra–

tap de realizar los pueblos.

Primero en las luchas por la libertad

y

luego en las prolonga–

das guerras civiles que nos han agitado sin cesar, la poblacion

de nuestros campos pasando su existencia sobre las armas, se