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nuestra campaña. Podia estar seguro el viajero que llegaba
á
los puestos de cualquier casa, de obtener siempre buena aco–
jida, y el puesto preferente en la mesa y el mas escogido bo.
cado y el mejor lecho, se res ervaban para el huésped, al cual
jamás se le admitia retribucion alguna por los servicios que
recibia.
Tales fu eron la principales condiciones que distinguian á la
raza que surgió del seno de la provincia oriental, en el momen–
to histórico en que lucieron los primeros albores de la emancipa–
cion en el Rio de la Plata, y sobre esos cimientos fué que se
asentaron los elementos de resistencia
á
la dominacion extran.
gera que rodearon y fu eron el poderoso sustentáculo de la ban–
dera de la libertad, que al fin flameó victoriosa en el territorio
de la patria.
Cuando los acontecimientos que se produjeron en Buenos Ai–
res en el mes de Mayo de 1810, llegaron á conocerse en la cam–
paña oriental, una impresion profunda se produjo en el ánimo
de sus moradores .
En la imaginacion popular adquirió grandes proporciones la
importancia de los hechos ocurridos á la distancia y despertan–
do por doquier vivísimas simpatias la idea de la emancipacion,
fueron tomando cuerpo y cr eciendo con rapidez las aspiraciones
de fo rmar un pueblo libre, dejando vislumb rar por vez primera
en el espíritu patriota de la poblacion campesina, algo así co–
mo la promesa de mejor e tiempos y la iniciacion de una era
f
cunda en beneficios, al calor de nuevas instituciones mas
li–
b rale aplicada por autoridades emanadas y compuestas por
l elemento nacional.
in dar e cuenta exacta del alcance y trascendencia del mo-
imi nto de layo, que aun no había adquirido formas netas
y
deci iva , lo
orientale
tuvieron esa intuicion profética y
mara illo a que experimentan la poblaciones coloniales cuando
pr
i nten que
e aproxima el momento favorab le para con–
qui · tar u independencia
y
empiezan la p rimeras tentativas en–
caminada
á
la formacion autonómica de una nueva nacionalidad.
areciendo en aqu lla época de general atra o é ignorancia,
d
la in truccion nece aria para calcular la magnitud real de Jos
suce o ocurrido
en la capital del vireinato, cuya noticia se
parció on prontitud, lo habitante de la provincia oriental se
mo traron in mbar o de de ese in tante di pue tos
á
coope–
rar con sui
fu rzo
en pró del triunfo de una causa que al -