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LORD MACAULAY .
nión general de los whigs reunidos en el campo del
Príncipe. Todos deseaban que Jacobo huyese del país,
pero sólo algunos, de los más discretos, comprendían
la importancia cte que
á.
los ojos de la nación fuera
aquella fuga resultad.o de su: propia locura
y
perver-
..sidad
y
no de malos tratamientos
y
bien fundados
.temores . Parece probable que aun en la situación ex–
trema á que ahora se veía reducido,
todo~
sus enemi–
.gos juntos uo hubi.eran podido consumar su ruina, á
no haber sido él mismo su peor· enemigo; pero mien–
tras los Comisarios trabajaban por salvarle, él con
igual empeño trat>tba de hacer inútiles todos sus es–
fuer:1.os(1).
LXVIII.
J,A RElNA Y EL PRÍNClPE DE GALES
ON E ' VIAOO
Á
FRANCIA.-EL. CONDE DE LAUZUN.
Era, por fin, llegado el tiempo de poner por obra
sus planes. La pretendida negociación babía corres–
.pondido
á
su pr_o pósito. El
mis¡no
dla que los tres
Lores entraban en Hungerford 1J3gaba
á
Westminster
el Príncipe de Gales. Hablase pensado hacerle entrar
por el puente de Londres,
y
algunas tropas irlandesa
habían salido
á
outhwark
á
e perarle. Mas fueron
recibidas con tales silbidos é insultos por la gran
multitud reunida en aquel
sitio,
que consideraron
(1) Mi relación de lo sucedido en Hungerfcrd está tomada del
Diario de Clarendon,
dic. 8
y
9. 1688; de Burnet,
1,
19i:
dal docu–
mento entregado al Príncipe por los Comisarios
y
de la respuesta
de Guiller:no; del
Diario
rle
ir
Patricio
l/11mf>,
y
de Cittera,
dic. 9 (19)..