352
LORD MACAULAY.
dominios de la Casa de Montpensier. Los amantes de–
cidieron casarse. Obtuvieron real licencia, y por es–
pacio de al gunas horas fu é Lauzun á los ojos de la Cor–
te miembro adoptivo de la Casa rl e Borb6n . La fortuna
- que la Princesa ll evaba al m\J,tritnonio podía muy
bien haber excitado la envidia de soberanos; tres
g randes ducados, un principado independiente con
derecho de acuñar moneda y tribunales de justicia
propios, y nna renta.mucho mayor que la que produ–
cía todo el Reino de Escocia. Pero tan espléndida
esperanza había sido frustrada. Rompióse violenta–
mente la unión de ambos cónyuges, y por espacio de
much9s años el ambicioso cortesano estuvo euée–
rrado en un castillo de los Alpes. Por fiu Luis XIV se
dejó ablandar. Prohibióse á Lauznn presentarse en la
Corte, pero lejos del Rey le fué concedida la libertad.
Había visitado Inglaterra y era bien recibido en el
Palacio .de Jacobo y en los círculos elegantes de Lon–
dres, pues en aquel tiempo los caballeros franceses
eran mirados en toda Europa como modelos de elega11-
cia; y muchos caballeros y vizcondes que nunca ha–
bían logrado entrai> en el círculo íntimo de Versalles
eran objeto de general curiosidad y admiración en
Whitehall. Lauzun era el hombre más
á
propósito.
para el intento de J acobo. Era valiente y pundono–
roso, estaba acostumbrado á extraordinarias aventu–
ras y con la aguda observación
é
irónico lenguaje
del perfecto hombre de mundo, era aficionadisimo
á
las empresas romancescas. Todos sus sentimientos
nacionales y su mismo interés personal le im,Pulsaban
á
ac9meter la empresa, ante la
~ual
los más fieles súb–
ditos de la Corona de Inglaterra habían refa·ocedido .
Podía volver con honor
á
su patria como guardián,
en un momento de peligro; de la Reina de Inglaterra
y del Príncipe de Gales; tal vez sería admitido nue-