REVOLUCIÓN DE 1 'GLATERRA.
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. que Ja sagacidad más refinad&. Tenía costumbre,
iempre que le daban alguna noticia, de exclamar en
franc es:
¿Est-il-possible?
Esta mul etilla. le fu é actual–
mente de g ran utilidad,' y así , cuando se le hizo sabai–
la desapari ció:i de
hurchill y Graftou, exclamó:
cc¿Est-it-possible?»
Y cuando ll egaron las malas nuevas
de Warminster, prorrumpió de nuevo:
cc¿Est-il-pos–
sible?»
LVII.
DE ERCIÓN DEL PRi " lPE JORGE Y EL DUQUE DE ORMO D.
El Príncipe Jorge y O:mond fueron invitados
á.
cenar con el
R.ey11
Andovcr. La cena debe haber
sido bien tri te. El Rey estaba abrumado por sus des–
g racias.
u yerno era el más e túpido camarada.
«He
sondeado al Príncipe Jo1'[¡e en ayimas,
decía arlo II,
y
lo
he srmdeado bo1'1'aclw. y borracho
ó
en ayun
as, nolte
enco1i
·
t1·adonadaenél.u(l)Ormond,qu
toda u
vida.fu' taci–
turn0 y tímido, tampoco debía e tar muy conte nto eu
aquel la ocu ión. Por fin terminó la ceua. El Rey e
r tiró
á
de cansar. El Príncip y Ormond tenían ca–
ballo preparado,, y tan pronto e levantaron de la
me a, montaron y huyeron del campo.
compañálla–
les 1 onde d Drumlanrig, hijo mayor del Duque de
Qu
n berr . La de erción del joven ari tócrata tenía
cierta signi tlcación , porque Queen bcrry era jefe de
los protc tantc
pi copule de E cocía, partido en
cuya comparación lo má furio os toríes de Inglate–
rra pudi ran
er llamado whig , y el mismo Drum-
(1)
Nota de Dartmouth, en Burnet,
1,
649.