Table of Contents Table of Contents
Previous Page  333 / 548 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 333 / 548 Next Page
Page Background

-.

REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.

319

Princesa una guardia de caballeros que voluntaria–

mente se brindaron á escoltarla. Propusierón al Obis–

po que les sirv·iera de coronel, y él vino en ello sin

poner el menor obstáculo, lo cual le valió amargas

censuras y causó gran escándalo en todos los angli–

canos rígidos, sin que redundara en beneficio de la

fama del Obispo, ñi aun en opinión de los whigs (1).

Grande fué la consternación en Whitehall cuando

.en la mañana del 26 se encontraron vacias las habita–

ciones de Ana. Mientras sus clamas de honor reco–

rrían los patios de Palacio dando gritos y retorci éndo–

se las manos; rp.ientras lord Craven, que ma.ndaba los

guardias de á pie, interrogaba á los centinelas de la

galería; mientras el Canciller sellaba los papeles de

ios Churchills, la nodriza de la Pri-ncesa se arrojaba

en las habitaciones del Rey, g ritando que su querida

señora había sido asesinada por los papistas. Voló la

.nueva á Westminster Hall. Allí se·contaba que S. A.

habí a sido encerrada, , por fu erza, en una prisión.

Cuando ya no pudo negarse que su fuga habla sido

voluntaria, se inventaron numerosas ficciones para

explicarla. Había sido groser amente insultada, la ha–

bían amenazado,

y

lo que aun era peor, no obstante

hallarse _en aquella situación que oblig·a á tratar bien

á las mujeres, su ·cruel madrastra le había pegado. El

populacho,

á

quien muchos años de mal g·obiemo ha–

bía hecho suspicaz é irritable, de tal manera se había

excitado por estas calumnias que se temió por la se–

guridad de la Reina. Muchos católicos y algunos

ioríes protestantes, de lealtad probada, acudieron

á

(I J

Diario de Clarendon,

25

y

26

de nov.,

1668;

Citters,

26

de no–

viemb1 e (dic.

6);

Oorrespon.dencia de Ellis,

19

de dic.;

Vindica–

ción de la Dtiquesa de ilartborongh;

Burnet,

1,

'192;

Oompton at

Príncipe de Orange.

dic. 2,

1683,

en Dalrymple. Del traje militar

del Obispo se hace mención en innumerables libelos y sátiras.