REVOLUCIÓN DE I 'GLATERRA.
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durante media hora
apena~
nadie podia entenderse
.en el Tribunal. Williams llegó
á
su coche en medio
de una tempestad de silbidos
y
maldiciones. Cart–
wright, cuya curiosidad no tenia freno, cometió la
locura, olvidando todo decoro, de venir
á
~
estminster
.á
fin de oir la sentenda. Fué reconocido por su há–
bito sacerdotal
y
su corpulencia,
y
la g·ente le insul–
taba al atravesar la sala.
"Tened cuidado,
decia uno,
co1i
el lobo con piel de ow:/a.-¡Plazal
exclamaba otro,
al
lwm–
bre que lleva al Pa11a en el vient1·e»
(l) .
Los ab ueltos Prelados se refugiaron, huyendo de
la multitud que imploraba sus bendiciones, en la ca–
pilla más inmediata, donde se celebraba el oficio di–
vino . Abriéronse aquella mañana muchas
iglesias.entoda la capital, que bien pronto se llenaron de fieles.
Las campanas de todas las parroquias de la City
y
de
los arrabales tocaban alegremente. En tanto, los ju–
rados apenas podían abrirse paso por entre la mul–
titud
qu~
llenaba la sala. Todos se empeñaban en
darles la mano,
y
se la estrechaban con efusión .
" Dios os bendiga,
gritaba la gente;
Dios p1·ospere vu.esfras
.familias ;·os ltabéis 21ortado como b11enos
y
lt0111rados l1idalgos;
nos habéis sa"bvado
á
todo.s en este dia.,,
Los grandes señores
que llabian asistido al juicio
á
ayudar la buena causa,
:al partir, arrojaban puñados de monedas por las por-
(L) Citters, julio 3 (13). Tiene realmente
vis
cómica la-grave–
.dad con que refiere la anécdota. •Den Bisschop van Cheater, wie
.seer de partie van het hof houdt, om te voldoen aan syne gewoone
nieusgierigbeyt, bem op dien tyt in Westminster Hall mede
bebbende laten vinuen, in llet uytgaan doorgauns was uytgekre–
ten voor een grypende wolf in scllaaps kleederen; en lly synde
.een heer van hooge stnture en vollyvig, i¡potsgewyae alomme
geroepeu was dat men voor llem plaats moeste maken, om te
laten passen, gelyck ook geschiecte, oro dat soo sy uytecllreeu–
wden en hem in het nanaigt seyden, by den Paus in syu buyck
n adde. •
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