REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.
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modo que si hubiese manchado la limpieza de su fama
con amores ilicitos
(1).
Clarendon, que no era por
cierto 'enemigo de la Iglesia, menciona como indicio
de la perturbación de los ánimos y de la confusión de
las clases, cosas ambas producidas por la gran revo–
lución, algún que otro casamiento de bijas de familia
noble con eclesiásticos (2); porque se consideraba la
moza de cámara por la esposa más ocasionada para el
cura; preocupación que pareció sancionar de una ma–
nera solemne la reina Isabel, prohibiendo expresa–
mente que los eclesiásticos contrajeran matrimonio
con las criadas sin permiso de los amos (3). Así
fué
que durante algunas generaciones los amoríos entre
sacerdotes y doncellas de servicio dieron pie á chan–
zas y burlas tan interminables, que sería dificil ballar
en las comedias del siglo xvn un solo ejemplo de ca–
pellán que co:q_trajese matrimonio con mujer de clase
superior á la de cocinera (4);
y
todavía en tiempo de
Jorge II, el más cáustico observador de las costum–
bres
y
de la vida humana, sacerdote á mayor abun–
damiento, decía que para la doncella de tan dudosos
antecedentes
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equívoca reputación que pei·día por
(t)
A causidico, medicastro, ipsaque artificium farragine, eccle–
siro rector aut vicarius contemnitur et fit ludibrio. Gentis et fa–
miliro nitor sacris ordinibus pollutus censetur; feminisque nata–
Jitio insignibus unicum inculcatur sropius prreceptum, ne modes–
t1ro naufragium faciant, aut (quod idem auribus tam delicatulis
sonat}, ne clerico se nuptas dari patiantur.-An,q lice
Notilia,
por
T. Wood, de New College, Oxford,
·1686.
(2)
Clarendon•s li(e,
u,
21.
(Sl Véanse las órdenes de 1559 en lá colección del Gbispo Spa•
rrow.-Jeremías Collier, en su
Emayo •obre el m·gullo
(Es.ayon
Pride),
se queja de estas órdenes con tanta amargura. que descu–
bre la poca eficacia con que quiso vencer
y
reprimir su orgullo.
(4) Rogar and Abigail, en la
Scorn(ul Lady,
de Fletcher; Bull
y
la nodriza, en la
Relapse,
de Vanbrugh; Smirlc
y
Susana, en las
Lanca•h•~e
Wilches,
de Shadwell, pueden citarse como ejemplos.