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LORD MACAULAY.
la renta del suelo haya crecido en las mismas propor ·
ciones. De aquí se sigue que los rectores y vicarios
debí:p1 ser, relativamente
á
los caballeros
y
á
los
squi–
res
de la vecindad, mucho más pobres el siglo xvn
que no el xrx.
La Reforma cambió por completo el modo de ser de
los eclesiásticos. Antes formaban la mayoría de la Cá–
mara G.e los Lores, rivalizaban por su esplendor y su
riqueza, y aun eclipsaban á las veces á los más opu–
lentos Barones temporales, y ejercian los empleos ci–
viles de mayor importancia: el lord Tesorero era ge–
.neralmente Obispo, aconteciendo lo propio con ·el
lord Canciller; y eclesiásticos también el lord del
Sello privado y el Archivero mayor
(fifaster o/
the
Rolls)
(1),
y los que trataban de los asuntos diplo–
máticos más importantes; como que se reputaba en
realidad cosa correspondiente á los teólogos toda esa
parte tan considerable de la administración pública
que los nobles incultos y guerreros no tenían condi–
ciones de dirigir. De consiguiente, ·como los· más de
aquellos para quienes carecía de atractivo la vida mi–
litar,
y
que deseaban al propio tiempo elevarse á los
principales cargos del Estado, se ordenaban, abunda –
ba el clero en individuos pertenecientes á las prime–
ras familias de Inglaterra, no escaseando tampoco en
él parientes cercanos de.sus Reyes, y buena prueba
dan de ello los nombres ilustres de los Scroops, de
los Nevilles, Bourchiers, Staffords y Polés, que peite–
necieron á la j erarquía eclesiástica. Y como, además,
le correspon:día en aquella sazón , con las ren tas de in–
mensos bienes, la mayor parte de los diezmos que se
hallan ahora en manos de laicos, no hubo hasta el me-
(1) Así·se denomina Ja segu nda dignidad j udicial
en~
Inglate–
r ra.- N.
del T.