Table of Contents Table of Contents
Previous Page  305 / 372 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 305 / 372 Next Page
Page Background

REVOLUCIÓN DE INGLATERRA.

291

del ejército una milicia compuesta de los más vio–

lentos

y

desenfrenados entre los qµe

á

si mismos se

daban el nombre de

episcopales

ó partidarios de los

Obispos. Entre las bandas que oprimían

y

asolaban

aquella infeliz comarca, distinguíanse los dragones

de Jacobo Grabam de Claverhouse. Decíase que estos

malvados acostumbraban, en sus org las ,

á

hacer jue–

go de los tormentos del infierno, y á llamarse entl'e

sí por los nombres de los diablos

y

de las almas conde- •

nadas (1). Era j efe de este

infierno

terrenal un soldado

de notable valor y pericia, pero rapaz y profano, de

carácter violento y de corazón endurecido, cuyo nom–

bre, do quiera que la raza escocesa se ha establecido

en la haz de la tierra, ile menciona con particular odio

y aborrecimiento. Sería tarea interminable el referir

todos los crímenes que hicieron de este hombre y

otros como él el espanto de los campesinos de ln.s

tierras bajas del Oeste (Western Lowlands), cuyo do–

lor llegó

á

veces basta la locura. Bastarán alg·unos

ejemplos que bmaremós de la historia de solos quince

días, los mismos en que eI Parlamento escocés,

á

instancias de .Tacobo, promulgaba una nueva ley

contra los disidentes, ley cuya severidad no tenía

precedente en nuestra historia.

Juan Brown, pobre mandadero del.Lancarshire, era

llamado, por su singular piedad, el mandadero cristia–

no. Muchos años después, cuando Escocia disfrutaba

de la paz, prosperidad y libertad religiosa, los an–

cianos que recordaban estos infelices días contaban

que era hombre versado en las cosas divinas, de vida

irreprensible y natural tan humilde, que los tira–

nos no hallaban nada que reprender en él, como no

fuese su alejamiento del público trato de los

episco-

(1) W odrúw, m,

1x,

6.