290
LORD MACAULAY.
rito había sido la injusticia de exigir ninguna clase
de juramento
á
loa funcionarios civiles, estableció en
Escocia, cuando estuvo allí de Virrey, el juramento
más severo que se babia conocido en el reino (1). Él.–
que tan justa indignación manifestara cuando los
sacerdotes de su fe eran ahorcados y descuartizados,
se divertía oyendo los gemidos de los
covenantarios
y viendo las contracciones producidas por el dolor,
cuando destrozaban sus miembros en el tormento (2).
Así las cosas, llegó á ser Rey, é inmediatamente
pidió y obtuvo de las obsequiosas Oamaras de Esco –
cia, como la más segura prenda de lealtad, la ley más
sanguinaria quo jamás se haya promulgado en nues–
tras islas contra los protestantes disidentes
(Noncon~
formists).
XXV.
PERSECUCIÓN DE LOS COVENANTARIOS ESCOCESES.
Hallábase en perfecta armonía con esta ley todo el
esplritu de su administración. La feroz persecución
que habla devastado la Escocia, mientras la gobernó
como Virrey, se encendió más que nunca desde el día
en que llegara
á
ser Soberano. Los Condados donde
eran más numerosos los
covenanta1·ios
fueron entre–
gados
á
la licencia de la soldadesca. Formaba parte
"1)
Act Parl. Car. II, agosto 31,
1681.
(2) Burnet,
1
1
583; Wodrow,
111,
v. 2. Desgraciadamente no se
eonservan las
Acta! del Co1ueio
p~ivado
d• E,ococia
durante todo el
tiempo que duró la administración del Duque de York.