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LORD MACAULAY.
finalmente Carlos había consentido, proponiéndose
ya nombrar á Rochester de allí á pocos meses lord
Lieutenant (l).
VI.
NUEVOS ARREGLOS.
Era Rochester el único miembro del · Gabinete con
quien decididamente podía contar en su favor el
nuevo Rey, y se creía generalmente que en seguida
sería puesto al frente del Gobierno, cuyos primeros
empleos se darían á gente de la nueva situación. Y en
efecto, no salieron fallidas las esperanzas de la mayo–
ría, por cuanto Rochester fué nombrado lord Teso–
rero, cargo que asumí a el .de primer ministro.
ada se
dijo de quién sería puesto al frente del Almirantazgo;
y el Rey, que era muy aficionado á todos los detalles
del servicio naval y que hubiera hecho un excelente
administrador del arsenal de Chatham, decidió. ser él
su propio Ministro de Marina. Tenia
á
su carg·o este
departamento, bajo la dirección del Monarca,
á
modo.
de subsecretario, Samuel Pepys, cuya memoria vive
aún en nuestros días, gracias á su
Dia?-io
y
á
u exce–
lente biblioteca. Ninguno de los que habían servido
al último Soberauo fuó separado de su cargo. Sunder–
la~d
desplegó tal destreza, log ró conquistar tantos
intercesores y estaba además en posesión de tantos y
(1) Las cartas que con tal motivo se cr uzaron entre
Roche~ter
y
Ormond se hallarán en la
Corre•polldellcia de Clarendo1> .