REVOI,UCIÓN DE l 'GLATERRA.
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te la lucha empeñada con motivo del
bill
de exclu–
sión (l); pero no seria ocioso
añad.irque ninguna de
las publicaciones que anteceden parecía más de dos
veces por semana, que constaban de una sola hoja, y
aun así pequeña, y que la colección de doce meses
de cada una contendría próximamente tanta lectura
como dos números del
Times
en nuestros días. Mas
no bien quedaron derrotados los
rol1igs,
imaginó S. M.
llegado el caso de suprimir un privilegio que todos
los tribunales y justicias de Inglaterra declaraban de
consuno á merced de su voluntad; y ponienJo en eje–
cuc:ón su pensamiento, ningún periódico pudo ya
salir sin real permiso, y éste se contrajo al fin, única
y exclusivamente, á la
Gaceta de
Londres,
la cual se
publicaba lunes y jueves, conteniendo decretos, me–
moriales ó felicitaciones de los
toríes,
nombramientos
y ascensos en las escalas militares y administrativas,
algún que otro despacho con noticias del Turco y de
los imperiales que se batían orillas del Danubio, á las
veces la filiación de un bandolero pregonado, y con
frecuencia el anuncio de peleas de gallos concerta–
das entre personas de calidad, y de pérdidas y ha–
llazgos de perros de buena casa, todo ·en dos páginas
menos que medianas de texto. Por lo demás, cuanto
la
Gaceta
ponía en noticia del público relativo á ne–
gocios de la mayor importancia lo expresaba en es–
tilo lacónico, liso, ll ano, árido y oficial; y si bien á la
veces, cuando parecía el Gobierno benévolamente
predispuesto á satisfacer la curiosidad del pueblo en
orden á determinados asuntos, ampliaba por medio
de carteles las nuevas de la
Gaceta,
ni la
Gaceta
ni los
carteles suplementarios contenían otros detalles sino
(1) Existe una curiosísima colección de estos periódicos, acaso
única, en el
Brlti•h Musreum.
TOMO
JI.
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