140
LORD MA A LAY.
lo cual con tituyó por
pacio de mucha g ucracio–
nes una peculiaridad de nue tro carácter nacional. Lll
libertad
y
con tan te alegria de la po adas ofr ció por
mucho tiempo amplia mat ria
á
nuc tro nov
li
t
y
autor
dramático . John on o tenía qu
la illa do
una taberna era 1 trono de la humana
~
Ji
idad, y
hen ton
e quejaba on mu ha g racia do qu
11
ninguna a a particular, por amigo qu
fu
co us
dueño , hallaba 1 viaj ro tao ben
ola acogida como
en una po ada.
Mucha comodidade , de conocidas n 1 iglo x
11
en Hampton
ourt y V hitehalJ, se encu ntran
11
nu stro modernos hotel
;
y
in embargo, e
indu–
dable que en conjunto, el progr o de nu
tras posa- ·
da no guarda relación con el de lo mertio d
íu–
jar. Y no e extraño que
to su da, porqu
evi–
dente que, en io-ualdad d
ircuo tan ias, las po ada
crían m Jor s dond fu ran p or
lo m clio d
lo–
como ión. uan to má rápidam o
viaja,
m nor
la ímport.ancia de qu haya en 1 trayec
mu bas y
buenas po adas. Hace ciento e enta año , el qu
dc~de una provincia lejana venía
á
Ja
apí
1,
t
nia que
pasar cinco ó eis noches en 1 po actas d 1 c
mino,
y
que hacer por lo meno doce ó quinc
comidas o
todo el
tray
cto.
'i
ra un grao señor quer1a que las
comidas y alojamiento fue en bu no
ba
ta
lujoso .
Actualmen e, en la orta duración de un dia de
in–
vierno
olamos de de York
6
'be ter
á
Londr
. El
viajero, por an
, rara vez c deti n con 1 único ob–
j to
de de can ar
y
comer,
y
de aqul qu
c ntenar
de ex.celen
po
ad.ashayan decaído 1
imo amen -
te. Dentro d muy poco tiempo,
casi e""uro qu no
e hallarán buenas po ada ,
á
xcepción de aqu
IJ
itio donde Jo
negocio
ó
ei r cr o detienen
á
lo
forastero .