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está dici endo a g ri tos de la procedencia asiática
(mi tos del Inclostán ) ele la civi li zación
del P erú
primitivo.
Y no se me diga que es una superchería de los
dos cronistas ind ios influenciado por la trad ición
mosaica o el sistema r eligioso judaico traído a l
Perú por los conquistadores, porque nada menos que
un gran lexicólogo católico, un sacerdote jesuita ,
el inmortal Ber tonio nos dice en la primera par te
ele su monumental e impo r tantísimo dicciona ri o ay–
I:1ara:
''DIOS fué t enido destos indios vno a quien lla–
m.auan Tunuupa ('funapa), de quien cuentas infinitas co–
sas; Della muy indígnas no solo de Dios, sino de qvalquie–
ra hombre de razón, OTRAS QVE TIRAN ALGO A LOS
1VfJSTERIOS DE NUESTRA SANTA FE. Mucho ha–
ría al caso
declam1·
a lo
indios los embustes de
T tMampa.
para que todo lo qve clel cuentan se vea e 1ara m e nte
er f ábula,
y
se el es engañen
(el subrayado es mío).
En otras tierras o prouincias clel P erú le ll aman E caco,
vengamos ahora a algunos epítetos de nuestro verdadero
Dios".
Lástima enorme que su prudencia y
r ecato
de sacerdote no le permitieron, sin duela, amplia r
sus informes sobre e s a s e o s a s q u e t i r a n a
1os mis te r i o s d e 1 e a t \o 1 i e i s m o; pero
Pachacuti y Guaman P oma de Ayala lo han hecho.
Veamos lo que dice el indio Poma ele Ayala (no
copio ele él sino lo pertinente a mis investigaciones y
en el orden en que se produce en su li bro) .
" Esta gente uari uiracocba runa
perdieron la f é
y
esperanza ele Dio y la letra y mandamiento ele todo per–
diero!l y aci ello
se perdieron tambien aune¡' tuvieron y
una onbrilla de conocimiento del criador de los honbres
y
del mundo
y
del cielo
y
ACI ADORARO
Y LLAMA–
RON A DIO
RUNA C
IAC UIRA OGHA.
E sta
gente no upieron dadonde salieron ni como
ni de
q'