-
.3,6;- - -
llan~
bárbaro ar iniciarse la Conquista y las Guerras Civiles. Ast es
de uso corriente y hasta se escribe: El hombre chaccha
la coca. Chac–
char es casi onomatopéyicv, cuya fonéti
ca en dtalecto es m
a~
fuerte
segun las regiones; y es
equivalent~
a
masr.aro mas·ticar ·la coca,
que en ciertos lugares del sur es acollicar
, plccharen Tarma etc, etc.
f.) .-
Es de ·.uso arr-aigado ·las interjecciones que parecen irreemplazables:
acachau, alalau, ananau , manpis, llao, etc, por: que calor!, qu e f:ío!, que
dolor!, verá
!,
quiero!, todas pal • b;·as dia lectal es,
ci ~ rto
que de gran
riqueza expresiva para mucl1as inipresiones de ánimo y carp )ral.
Tiene guagua, por:
tienr.~
su hijo, etc.
g).· Es de corriente uso, sobre 'todo por los niños, el pasivo nlla o nlracc,
parecido, empleadc en la
expre~ión
de cierta analogía de pers.-.nas,
animales, y cosas, como: cura nila, por: parecido a un cura o como un
cura, cuando se quiere hacer referencia a un cantor o sacristan, o a
. vec8s suele e!TJplearse el
~ ustantivo
en forma diale ctal para ·metá–
. f.oras ·d·especti-vas.Ejem ·:mashlnila, por: como un gat0, etc, etc.
3<1. ·
!ti
FLUENCIA EN LA CONSTRUCCION SINtACTICA
a).-
~s
geoer.alen las poblaciones rurales las fa ltas de concordan<'ia, co–
m
o produ.cto de
la
influencia dialectal. Riem: Ud sabes, tu deme. Pro–
viene esto de la
falta de tratamiento de respeto: Ud, exis tiendo só·
· · · io el pronombre ccani
o
am eri 'dialecto; y el que suele usarse indis–
tintamente para tú y Ud .; es decir, a tuenda de relación de
lo~
.
-~ "morfemas"·
y. "semantemas" por poner el ve1 bo en perw na que ·no
éón~uerda
con "el suieto, como en Od. sabes. etc.
b).- Defecto de honda raigambre en pobl acion rural es tamb ien la con-
._
.fusión· de·la aplicación correcta del 'lrtículo con re ;pecto al nombre;
así · se dice:
la caballo, el vaca, el galllna,el flor, etc. Esto
~e
origi na
probablemente por la carencia de artículvs eo dialecto. y que para
los efectos de la concordancia, sólo admite la des in encia ca (regional)
que hace veces de artículo, pero de género indeterminarlo; es así,
pues, que el
~énero
de·los
nombre~
en dialecto se conoce unicamen–
te por exponente propio, de alli la infl\lencia al extremo de no ser
ra1·o decir: la hombre, el mujer, la toro , el vaca, etc, etc.
e).- Algu·na influencia dialectal dá lugar a
la ae-regación inn ecesaria de
artícu los o supresión de preposicinner, que ya ti enen caracter de
vicios locales hasta en personas adulta•, como
las siguientes: me lo
lavara; me lo h:J pegado, etc, por: me lavara; me ha pegado; voy man–
dar, por: voy a manda r,
0
a veces lá llgregación dP. prep65iciones y
demostrativos innecesarios. Eiem:
9fl
ahl; mi esa Rosa, por: ahí; mi
hermana Rosa etc.