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cial: he aquí la cuestión
fnn~amental
y
urgente· para ·el Perú,
porq.neP.l cRs;.,.
te ll ano aporta ver:üjas
máxima~
por ser
len~ua
c¡ue ,e adap
ta a las"vária
cienes que en la ideación como en las ciencias
y
l~s
artes o industrias
im~
wone la evo: ución
y
pr0gres0 incesan te; fav e rezoamos p o1• tanto tal ex•t-eú·
sión
y
mantengamos más
y
mej or la unidad de la supervivencia trinnfal
del habla C'lstellan<l."
.
Podrá argumentarse, sin embargo, que para combatir el dial ectismo,
precisa su conocimiento. Conve ngo con
e ~ta
objeción racional; pero es
evidente que el magi; tel'io
na cio nal, ensu mayoría, conoce los di alectos
region-ales. En el
In ~tituto
Peaag6g.coNacio1~al
de Varone, , el 70
o·JO,
por
lo menos, conoce ·para trá
ducirlos al cas tellano. H il os so n los
m
aestt~C'S.
q'
combatirán la inf,uencia negativa de b ies dialectos que tanto
ar.os-au
e1
idioma, aomitida la
hipóte~ is
que p0cos· son -lo s Ju¡;raraes dond
e· se h11b-Ja
quechua PL'ro
y
raros pueblos-donde nadie
s~pa
ca-s tellano.
Yo pienso con Selva, por otra parte, que es error eras0 creer -que
sólo es castellano "lo que consta e n los clásicos o · l0 que admite-la
Academia".
Ya el gen io procursor de d on Manuel González Prada·nos decia con
acertado criterio: "Volvamos·los ojos a autores castellarHlS
y
estudiemos
su armoni osa l'engua; pero recordemos que la-- dependencia in-teleotual. de
Esp ~ ña
sign-if1ca1 ía para nosotros la defi nida proio·rg;;ción de la niñ·ez".
El Ur. José Jíménez Bnrja reafirma esta rebel•iór. esp-i11itual id·iomáti–
ca con las fraces siguientes: ''E l idioma no pu-ede 'hacerlo ni cont1'n·Iarlo
una Academia, mucho meno s tina soia Academia en un ·lmverio Íin¡,rüí>tioo
t an bad0 como el indo-ibero". "El idioma lo hace•el pu e blo qut> lo h abla
y
lo hace t odos los dlas a t üdas h ora s."Una le ngua no está nunca-deienida.
sino e n activ a in tegració n; no
~e
siente ni estática ni completa " La uni–
dad del español no corre riesgo alguno con este enunciádo de ·afu·soluta
justicia
y
simp·üía hacia E;spaña: America tiene derecho a amplia!' s-ta"i–
diOma en razón directa de su acelerado
ritm o cu ltural. "H;¡y el -tipa de
profesor que anda a caza de gazapos segun lista.s de galicismos,
a:~glica
·
r:ísmos, quichuismos; este tipo de profes or prefiere trabaj ar con palabra'S
ca >tizas aunque sean anquilosadas
y
d·eHcha las pala•bras
nu·e\ras
·aq•nque
vi•an una aceptación mas o meno s extensa'
1 •
·No hay, pues, razón suficiente ¡jara el 11echa-z" de
·pa.la:bras neéesa–
dac; d el quechua como barbaris
mos oqu echuismos.
Es por es·o el Dr. Jimériez
Bor.ja,al referirse a al incorporación de
ciertas pa\abras·quechuas,agre·
ga en frases soútile&:" Así como sin desearle
vida mas larga en el Perú al idioma quechua, me parece que tiene bel las
y
expresivas palabras que pueden penetrar al
e~pañ_ol
nuestro como por
los poros de una, piel juvenil y-fresca". Pe·ro condena en parte con razón
Ja, "inter-influencia
lingüística~,ccmo
llama
él.
·
No es la interpolación por decir así de palabras queehuas
la que
implica def@rm . c ón- de ,
castellano~·
al
ccntTario: aorecienta -el idioma