no probaría más sino que el autor quiso apar–
társe de los precep,t.istas clásicos, forzado acaso
por la imposibilidad de encerrar su argumento
en la estrechez de límites por aquellos estableci–
da.- La escena del acto primero entre el galán y
el gracioso, nos recuerda la obligada exposicióp.
de los poetas dramátic0s del antíguo,
orig~,
p.aladmirable teatro español. Así en las comedias de
Lope, Calderón, Moreto,
Al
rcón, Tirso y demás
ingenios de la edad de oro de las letras castella–
nas, vemos siempre aparecer galán y gracioso, pre–
parando al espectador, con una larga tirada de ver–
sos, al desarrollo del asunto.- Otra de las cir–
custancias que me hacen presumir que el
Ollantay
fué escrito en el segundo ó tercer siglo de la con–
quista, y por pluma entendida en la literatura de
los pueblos europeos, es la de que ni los antiguos
ni los modernos poetas que han versificado en
quichua hicieron uso de la rima, ya fuese ésta a–
sonante ó consonante. Plumas muy autorizadas
han sostenido que la rima no entra en la índole
del quichua, y de ello dan prueba concluyente
los
yaravíes,
versos esencialmente populares."
Con esta opinión, tan razonada y respetable,
he tenido el gusto de ver confirmada la muy hu–
milde mía. En lo único cwe no estoy completa–
mente de acuerdo con el 'élistinguido Sor. Palma
es en aquello de que la rima no es de la índole
del quichua. Si se trata de la rima perfeota ó con–
sonancia, es cierto que el quichua ·no la admite
con la amplitud y facilidad que otros idiomas;
pero, si de la impe¡;fecta ó asonancia, me fundo
en muchos yaravío. ecuatorianos,
y
hasta en al–
gunas modestas composiciones mías, para afirmar
que
adra tan bien como en la versificación cas–
tellan esa concorda ia musical, leve, pero ga-