y la primera posta inmediata, sin que sea
forzoso el s-ervicio a mayor distancia". Se
dispuso, asimismo, que a los postillones se
les pagara
10
centavos por legua. Los in–
dios comunarios y los postillones debían
encargarse, además, de conducir el correo.
No es demasiado exótico seña1ar que, al
mismo ti·empo, se autorizó al señor Juan
Minchin para construir un ferrocarril de
La Paz a Puerto Pérez. Este linaje de auto·
rizaciones eran como el padrenuestro; se ]as
decía y firmaba a cada momento.
La guerra había realizado sus mayores
batallas. El Perú firmaba en Ancón un tra–
tado con el vencedor y luego Bolivia tuvo
que aceptar el pacto de tregua, después de
haberse debatido, hasta el paroxismo. en
una lucha de guerristas y practicistas. A
pesar de cierta esperanza que sobrenadaba,
el litoral se había perdido.
Estaban naciendo, después de duras prue·
has, los partidos liberal y conservador, al
propio tiempo que la plata extraída de las
minas del país encontraba mercados abi<!r·
tos y altas cotizaciones, ip.iciándose el ciclo
de ese metal, dentro del cual tomó el poder
el partido conservador. El tercer partido
político se formaba con los deshechos de
las dictaduras militares y estaba comanda–
do por el secretario que fué de Melgarejo
-Muñoz- y el de Morales -Corral- y
Jorge Oblitas, y llevaba, paradójicamente,
el nombre de demócrata. Encabezábalo Gre·
gorio Pacheco. En las elecciones salió un–
gido este último, merced al dinero, que
sustituía, por de pronto, a la elocuencia
irrefragable de las armas.
PERFILES DE URBE. TRES GOBIERNOS QUE
PASAN
Estaba clausurada la salida al mar, y
clausurábase, asimismo, un período lamen–
table, largo, doloroso, de la historia patria.
La Paz había seguido, paso a paso, el mis·
mo proceso que el país. Cuando fué nece·
sario trastrocar situaciones de hecho, de–
rrumbar tiranías, había salido a las calles;
para salvar el país, acudió a las armas; pa·
ra defender el territorio nacional, fué a las
regiones d·e la lucha. Procuró empujar la
marcha nacional por derroteros de organi–
zación y paz social, y reiteradas veces fué
defraudada.
•
Pasada la tragedia y consumada la mu–
tilación, asistía a obras que buscaban el
embellecimiento urbano. La municipalidad
empleaba la mayor parte de sus recursos en
,
Cómo era antiguamente la avenida Arce.
obras públicas, instrucción y beneficencia.
Y acometía la ampliación de la ciudad acor–
dando. que "el ensanche de la ciudad debe
efectuarse por la Parroquia de San Pedro,
por las diferentes ventajas que ofrece". Mas
no debía ser sin concierto; mandó hacer la
delineación de las nuevas calles, suficientes
para el tránsito de rodados.
Se hablaba del árbol de la quma y de-
Barrio de Sopocachi antiguo.
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