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LOS CRC1NISTAS DEL PERU
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. Pero de los documentos que este religioso nos proporciona se sabe que un
padre
Martin Molina
pasó a América en 1577 ("Los Mercedatios en el Perú
en el siglo XVI" ·pág. 289 v.), que fué :doctrinero en la parroquia de la Mer–
ced de Arequipa, entre los meses de enero a setiembre de 1581, donde firma
en muchas partidas de bautismos y matrhnonios y,
finalm~nte,
por declara–
ción de Fr. Gabriel Sotomayor,l Provil').cial del Cusco y residente eJ;J. Potosí,
en la relación de religiosos fallecidos; de los años 1590 a 1605, hallamos entre
los comendadores al P,. Martín Melina (Vide Op. cit. tomo III, págs. 147 al 51
y
págs. 397 y v.). ¿No será nuestro Fr. Murúa el "Melina" que aparece en.
est.osdocumentos, pero mal leído por la cállgrafía de la época? Toca hacer
esta averiguación en los Archivos· de Indias donde se hallan estos papeles.
Po~
propia declaración sabemos también que' Fr. Murúa fué dqctrinante en
Capachica del Collao y Arcediano del Cusco, pero esta prebenda cate.ar.alicia
no se da a los frailes, de manera que pudo llegar a ella· sólo
d~
clérigo y
después entraría en la orden mercedaria, o viceversa; · nos dicen, también,
que fué vicario .de Aymaraes..
·
'
En 1595, pÓr un. documento del archivo mercedario del Cusco, lo h¡;¡.–
llamos de proc:rurador de convento en la villa de Curaguasi (prov. Apta), so–
licitando a doh Alonso Maldonado de Torres,
q~legado
de la Aúdiencia de
ios Reyes, el amparo de la posesión 'Cle las Uerrás que fueroi-1 de Juan de
A~cobasa, más las dr:i Cocharay, Cochasón, Pecha, bchupata y Guaynarima.
La obra importante del
merc~dario
P. Eudocio Palacio, sobre la historia de la
provincia mercedaria Q..e Santa Izabel del Cusco y Oharcas, nos dará'
mu~has
luces cúando .Uegue
il
publicarse, 'pues esta provincia mercedaria. tenía por
sede el Cu¡cb y a ella· estal;>an sujetas los .conventos de Guamanga, Arequipa,
Camaná, .A¡ica, La Paz,
Chu~isaca,
Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Cocha- .
bamba, Saptiago del Estero, Tucumár¡., Paraguay ·y Vera.
.
El P. Eudoxio Palacio rectifica, en vista de documentos y firr;nas G\UtÓgra–
fas del autor, no apellidarse Morú3.,
sino
Murúa; asimismo nos dice que no
llegó nunca a ser Comendador de\ pusco,
e~
contra de lo que sostienen el
historiador Vásquez en España.
y
Urteaga y el P. Barriga en el Perú, pues de
1606 a 1610 desempeña este cargo Fr. Pedro de Arce; para mayores datos pue–
den verse los legajos 47, 69 y 70, así como
e~
legajo 38, Doc. 725, .Leg. A B
doc. 745 y leg. 35, d()c. 841 del importante arohivo mercedario del Cusco.
Que .el P. Murúa llegó al Perú antes de 1585 y no en 1595, nos lo certi–
fica un docurriento hallado en el antiguo archivo notarial del Cusco
~hoy
en
poder del notario Osear Zambrano), en el que firma una acta capitular, re–
frendada por Juan de Olave, Escribano Públ!co, que se halla ·original en el
protocolo de Juan de Aquino, fol. 6'85 de dichc- archivo.
Al leer su obra cionical nos atrevemos a sospechar que el P. Murúa es–
tuvo en Nueva España o México; principalmente én su capítulo 25, de su li–
bro tercero, al hablarnos de los kipus y sus comparaciones con los aztecas,
mostrándose muy familiar con las cosas de esa región; por otro lado; confir–
mamos este aserto de no hallar el. nombre del P. Martín de Murúa en la lista