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JT:JLIAN SANTISTEBAN
OCHOA
Yupanki (henmina, de Manco II y por consiguiente tía de Sayri Tupai) y Diego
Hernández Maldonado. Esta embaJada obtuvo pleno éxito, gracias, en mu- '
·cha: parte, a Ruestro Betanzos, dueño de gran prestigio
Y.
excelente cono:::edor
del kechtfa. El Inca salió de su retiro estratégico y después de visitar el Cus–
ca se dirigió ·con toda pompa. a Limiil, en donde capituló con los
español~.
quien'es le dileron el señorío de Yucay y la encomienda de Jaqullahuaná, que
lo fué del rebel<;ie Hernánde2 de Jirón,
~sí
como tierras, vacas en la fortaleza
d~l,Cusco,
más escudo de armas y otras regalías. Se cuenta que en la; mesa
del arzobispo, cuando le leyeron
a
SaY¡ri TupaJ t¡:tles títulqs
y
posesione~.
éste se levantó con dignidad y por agradecimiento pronu;nció esta frase, ·sa–
cando un hih del mantel del banquete: '•'Mis antepasadós tuvieron todo este
mantel, a mí me toca este hilo".
'
Betanzos tuvo oca.sión todavía "de con_versar y départlr muchas· veces con
este inca nostálgicp, que vivió tres años en Yucay, su encomienda,
y
vino a
morir en Kolkampata, su pala'éio del Cusco, debaJo de la fortaleza de Sai–
say~aman,
enterrándose en el .coñventq de Sánto Domingo. Una hija suya,
doña Beatriz Sayri Túpaj, casó con don Martín García de Loyola, pariente de
San Ignacio, como puede. yerse por el célebre cuadro del coro de la Compa–
ñía del Cusca.
Segúh el oidor Matiem::o, Betanzos sirvió de intermediario cuando era
Gobernador
~1
Perú don Lope García de Castro,
enq-~
ia Co:¡:ona y el inca re:
belde de Vilc'abamba Titu Kusi .Yupanki, como lo fué con su ant:::esor Sayri
, Tupaj, el llamado en
~us
crónicas "Diego de Castro". Por lo menos es de
suponer que en el Cusca.. fué su · personero, mediador y aún consejero, tal
era el prestigib de Betanzos entre ios últimos irlcas.
También cohoció todavía nuestro biografiado al Virrey Toledo a su en-
• trada solemne y
tr~gica
al
Cu~co,
y
cuenta la' tradición que aún logró que
se alojara en su casa que tenía plazC?leta (llamada hoy de SílJa:::).
Enton~
hallábase
yp.
viejo. De su matrimonio con la Coya doña Angelina· hubo una
sola hiJa, María Betanzot Yupanqui, quien fué una de las fundadoras del Mo–
nasterio de Santa Clara del CuscQ en 1557, pero esta hermosa criolla cusque–
ña no estaba para claustros y dentro del mismo mdnasterio, antes que profe–
sara, casóse con Juan Bautista de Vitoria. Este
he~ho
indignÓ tanto a su
padre, nuestro cronista, que la desheredó de todos sus bienes y derechos.
Sa~
be~os ta~bién
que Betanzos CíisÓ en segundas nup:::ias, muerta la C6ya, su
primera m.'Ujer, con una dama española llamada doñá Catalina de
Velasco~
en quien tuvo cuatro hilos más. Todos ellos troncos de sendas y distinguidas
'!arnilias c{.¡squeñas. Juan Díez de ·Betanzos murió en el Cuseo, de eda:d avan-
zada~
el 19 de marzo de 1575.,
'
.
"La Suma· y Narración de los Incas que los indios llamaron capaccuna ..."
cuyo }argo título' va en 'la bibl).ografía respectiva, trata. de los hechos de los
Emperadores, del Cusca, llamados por Betanzos "kaspajkuna" quiere decir–
"po~erosos",
dez;10minación que la han tomado muchos de este
~utor.
La
lista que
ofr~ce
es de trece incas hasta
Ataglapa.
"su hermano"
vale
decir su_