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!.OS. GReNiSTAS DEL PERU
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co,
levantado en 1555 (publicado posteriormente en Londres), podemos ubicq.r
la casa solariega de Betanzos e11 las extremidades del barrio incano de Kar–
menka, (hoy .parroqpia de Santa Ana), juntÓ a las del escribano Pedro López
·de Casulla, y en el lugar que en el día ocupa el Monasterio' de Santa Teresa.·
.A
esta casa, por su matrimonio con la princesa incaica, por su gran habilidad
en el kechua y por su carácter jovial, acogedor y sincero con
·lo~
caídos indios,
acudían todos los Robles descendientes de los incas y orejones a pasar largas
y
amenas charlas sobre el pasado imperial del Cusca
taw~ntinsuyanó,
y
por~e
tambiár¡ veían en Betanzos, no al orgulloso conquistador sino al amigo
noble y comprensivo: de aquí podemos también calificar al valor de sus cró–
nicas, a las que se 'suman la antigüedad de las misma,s, 'exceptuando las In–
formaciones de Vaca de Castro y las de Cieza de León.
Aseguramos que Juan Díez de Betanzós fué poco soldado
y
político, pues
, aunque lo encontramos formando el partido del rebelde don Gonzalo Piza–
;rro, que pudo organizar un Imperio Peruano casándose, como
é~,_
con una
~~usst'a
imperia:l, pronto decayó su entusiasmo. y la lealtad a su alzado jefe
cuando cayó prisionero en Santa, a manos de
Ald~a.
el de la Armada, que
se rindió a la Gasea al invocar 'éste la sagrada .palabra del 'Rey. De aquí que
Betanzos, .amparado ·por la bandera real del Pacificador, sirviera a éste
en
la campaña contra don Gonzalo y el célebre "Demonio de ·l0s Andes", d§ls–
de Jauja y Andahuaylas hasta las llanuras de Anta o Jaquijahuana, donde vie–
ra rodar :majestuosas y, valientes. las cabezas
qe
ambos. A .raíz de esta cam–
paña, La Gasea le otorgó la e'ncomienda del pueblo de Waynarima, y luego
-s~
le nombró. 8.epositario del repartimiento .de Yucay y las de la coca de
A
visei;i, en razón de haber sido éstas del marqués do:p Francisco Pizarra y
estar Betan;?:os casado con la madre de un hijo de este conquistador del Perú
y
·al cual se hallaba bajo su tutela. Con eE \ carácter poseyó !lichos repar–
ti'misntos hasta que pór Real Cédula pasaron dichos bienes a la Corona Real
. y'
fueron
otorgddo.~,
después de la capitulación cort los españples, al inca
Sayri Túpaj, baio el nombre de "Marquesado de Oropesa", hoy provincia
de Urubamba.
·
.
.
El segundo Virrey, don Antonio de Mendoza, le otorgÓ sus favores, y,
conocedor del talento
pe
Betanz()s y de sus investigaciones, le ordenó ofi–
cialmente escribir sus c.r<?nicaf!, las que se conocen con el nombre de
"Suma
y
Narración de los Incas",
desgraciadamente dejó el Virrey la obna comen–
zada, pues murió al año de su arribo a!; poder, eri julio de 1552.
El Virrey sucesor, el Marqués de Cañete, Hurtado de Mendoza, vió. tam–
bién en nuestro cronista un buen interm:ediario
~n
la, hábil y sutil tarea de se–
ducir a los alzados_incas de Vilcabamba y que 'a la sazón, en el año 1558, lo
era Sayri Túpaj. En
~fecto
ordenó el Virrey
al . lic~nciadb
Juan Bautista Mu–
ñoz, Corregidor del Cusca, enviara la embajaqa al Inca, )a que estuvo· com–
,puesta por Juan· Díez de Betanzos, de los doininJco's Melchor de los Reyes y
Pedro de Arana, e integrada -por el prestigioso mestizo cusqueño Juan Sierra,
.hijo del conquistador Mancfo Sierra de Leguisamo y de la koya Beatriz Kispe
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