LOS CRONISTAS DEL
PERU
·81
en -éllbs FJ?r!icid'o
1
psicelógico y ·hermandad en'
.el
ideal, que
~s
este: idéntica
ca.paciqad ·de sacrifi0io tratándosé de servi:r: a la gloria de España".
¡
Y ouand,o Tole<fo
e~prende
la célebre visÚa al
Virr~ynato. 'c;iel
Perú,
.acom~
pañado por jurisc;ionsultos de gran ·ta,lla; van cori él Polo, de Orrdegardq, L,car–
te
y
btfa.tienzo; teólogbs y estudiosos de peso, como el jesuíta 4costa
y"
Fr. '
Ragi!laldo J.izárraga,
tambi~n
futuros
croni~tas
y, completando tan ilustre sé–
qui,to, .el culto ta:um.aturgo, matemático, ·marino y astrólogo
, a lavez que intré,–
pid.o soldado, don Pedro de Sarmiento de Gamboa, quleri
hq.bí~recorric;io más
de medio mundo. La visita del Rey era
,p~ra
inquirir el estado socia·l y po.:–
Ütico de su jurisdicción y d.\i:tar luego 'sus famosas "Ordenanzas'', así como
para &roriguar el pasado histórico de. estos
1
pueblos y
elaborar ' ¡¡;~s·
no
me~os
famosas y discutidas "Informaciones", las cpie se realizaron desde p'achc:ká–
niai,· Jauja, Huamanga; ·Andahuaylas, Yu'cay
y
Ousco. Pero Toledo había 'oído
-ez;¡.
Españp.
las~ inCJ:Sp<í'ci~nes
de durps e inflexjbles frq,yles como · Las Casas o
Viíoria .sübre la injusticia e ilegalidcrQ. de ·la Conquista, sobre .el . despojo
d~.
las tierras a los
indí~enas
y sobre ei trato cniel y anticristiano que se· les
daba, y quiso
·iust.ifi€~las
en paJ.:te,
Írat~::1do.
de probar ·"jurídti;:an:iéhte"' que·
no eran: ciertas _dichas impugnaciones, porque los
~cas
eran 1:1surpadores y
tiranos.
En estas iriformaciones se
haUp.bapresente; también don Pedro Sar
7
miento de Gamboa,
siq
perder cx;asión de obtener más datos para su His–
toria. Sin
~mba:¡-go,
la hará
apart~ndose
de lo oficial.esco y le, da:rá ,u,pTGpio
sello,
:Peeuliar
y
C:arade~ístico,
no inquirirá,. como Toledo, . a Cl:lracas?rnás, o
menos pretenciosos /
quizás mal intencionados de las provincias del Tawan–
tihSl:J>YO, s,ino a los dé los ayllus, descendientes de loóf :legÍtimos emperadores
Incas del
Cus.co, que según él fueron doce, desde Mqrico Kapaj hasta Waskar
y
quedeclarar~:m
en número de 43, en e.sta ciudad, terminándose esta ve:¡;ifi:.
cad.ónel 29 de febre¡ro de
1572,
por orden
del'
Virrey; Toledb, refrendada por
el secretariQ de éste, don ·Alvaro Ruiz de Navamnuel. Al terminar· la in:forma–
pÓn, que ha venü:io en llamarse
Historia Indiga.,
los incas nobles declarantes,·
c~n
intérprete
~mbr~do, ,
previo ¡¡olemneNjuramente,f declararon de' ella "que
ninguna otra historia que se haya · hecho será tan cierta y verdadeTa como
ésta,
po~que
nunca
s~ h~
hecho tan diliqente
examinaci~n,
ni se les . ha
pr~
guzüado
1
a
ell.osnada, que son los que pueden saber la verdad.
Scir.prende a primera vista
e(
orgullo ·español y el despotismq
;del'
.con–
quistador al leerse ia Historia Indiga dE:J
Sarmi~nto.
Todós los Incas son tira-.
'nos, usurpaaores, crueles
y
v'engativos con los
indíg.eti.as, dueñós de la
tierra tan extensa Pt>r éstos .conquistada. Pero, ·si se estudia con pacienc;ia y
se investi'ga la c:r:ó.nica de
Sar~.iento
con espíritu
crítie~r
se ve que su narra–
ción es la m'ás aproximada a ·la verdad. Es verosímil y hecha con criterio
r.ecto y sereno; algd
más~
en el fondo de la historia
d~
•Sarmiento
1
se nota
profunda admiiaci6n hacia el
régim~n
iricásico. ·Los Incas
,cte
'Sarmiento no
son los doce ·apóstoles m6.rtires y sa,crifica.dos de Garcilaso, los que c!onq4is–
tan con dulzura evangélica
y
sólo gúerrean a más no .Poder; los que se dividen
en
part~s
aiícuotas y proporcionadas de 1
1
a extensa región tawantinsuyana
~
'
1
1 •
'