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JUUAN
SANTISTEBAN OCHOA
Poi' eso se le· considera como uno de los más principales e ilustres
y
el
pri–
mero que irucia el estudio de la dinasUa de los Incas.
Ignoramos el hogar de que procede
y
al nombre de sus padres, sólo
sabem9s que nació en la ciudad de Llerena, en Extremadura, entonces cuna
da tantos titanes de la conquista o, como dice Jiménez de la Espada, "patria
a e qu1en supo escribir las heroicas empresas". Irístruyóse en su infancia
y adolescencia?
Lo
supqnemos, pero lo ignoramos. Sólo se sabe que a
)a
temprana edad de quince años, más o menos, parte, aventurero, a las aluci–
nantes Indias de América.
Por datos de él mismo sábase que ya en
1535
se hallaba con Rodrigo
Durán en la gobem&ción de Cartagena de Indias. En
1536
se alista en la
expedición de Alonso de Cáf:eres, con
150
hombres, en busca de las tierras
del Urtite, pasando hambres
y
mu~hísimas
:Penalidades. Otra no menos fa–
mosa y de mayor envergadura emprende en
1537,
con el licenciado Vadillo,
a la opulenta comarca de la Guaca, atravesando selvas y montañas
y
luchan·
do con los indios hasta llegar a Cali, a donde se hallaba Lorenzo de Aldana,
de Gobernador, a nombre de don Francisco Pizarra, enviado a luchar contra
do.n Sebastián de Benalcázar o Belalcázar. Áldana envió a don Jorge Rcr
,01edo a co1op.izar las nuevas tierras y Cieza de León se halló a sus
órden~s
durante dos años, hallando a,sí _en la fund9ción de Santa Ana de los Caballe–
ms
fA.uq~rma).
'Cartago
_y
Antioquía, los años
1540
y
41.
R~esa
con Ro–
bledo
el
San
Sebasti.án,donde éste
que~ía
embarcarse para España, pero es
é;l!Jl<=1.:ld.O.Q
por !-'edro de Heredia, mientras· Cieza vuelve a Cali y sJ pone esta
vez bájo, las órdenes de Bena.lcázax:,, luchando contra la rebelión de los indí–
genas y en dónde se le dió la 1¡3ncomien<;la de Arma. En
1545
se encuentra
de quevo con Robledo, que regresaba de Bspaña con granqes títulos, pero
éste ca·e eh i:nanos de BenalcázM,
~artidáfio
de Gonzalo Pizarro que én el Perú
se ha.Pía, declarado en franca rebelión contra la Corona
y
es muerto en el
,\;¡-arrote; entonces Cíeza regresa a Quimba'ya. En
1547
se halla de nuevo en
Cartago y es .entonces que sabe que don
P~dro
de la Gasea se hallaba en Pa·
na~á,
rumbo al Perú como
PacifÍc~dpr
de las cruentas guerras civiles, que
los ,Fónquistádores sostuvieron por la ambición del poder, para debelar la for–
midable revolución
<¡le
qon Gonzalo Pizarra, que dueño del inmenso virrey.:
nato,peruano pretendía biista levantar una monarquía autónoma, casarse con
•
1
1
una
pri~tcesa
.india y pro:::lamarse Emperador, por cor;¡:sejos de su maestre da
campo,
€'1
.temido y terrible. francisco de Carbalal,
e~
''Demonfo de los An–
des". Ingresa al Perú eón el pacificado¡; y recorre todo el .Perú,, desde Quito.
a las Chiarcas, siguidndo
SÚ
f¡fnerario de campaña, hallándose en la batalla de
'
j.
Jaquijahuana
1
o
A:rr~.
el 9 de Abril de.
1548,
que diera fin a las hostilidades.
Pero Cieza de León, nombrado como se supone. "cronista oficial" por la ,Gas–
ca, su favoreceddr, no. es un viajer? cuaJquiera. Recorre el Perú punto por
punto, inquiriendo, tomando datos'
de
los curacas e indios viejos del incario,
de los nobles del Cusca y del Coliao¡ como geógrafo, mide .distancias
y
gra-
'dos, extensiones y-lenguajes, que hoy mismo son apreciadas y constatadas.